Cuando Lillian Barnes y Harold Hollan se divorciaron en 1968 tenían 33 y 28 años, respectivamente. Sin embargo, ya habían pasado más de una década casados y lograron tener cinco hijos: Miriam, Timothy, Larry, Laura y Mark.
“Trabajaba demasiado”, dijo Hollan al portal de noticias Kentucky y reconoció que eso provocó que su relación se “enfriara”.”Fue 100% mi culpa”, aseguró. Sin embargo, el hombre prefirió mudarse y arrendar un departamento dejando a sus hijos y esposa con todos los bienes. “Le di todo. No descuidaría a mis hijos”, explicó.
Tras la separación, la expareja logró mantener una relación amistosa para compartir la custodia de sus pequeños. De la misma forma, cada uno reconstruyó su vida amorosa.
Ella se casó con otro hombre, con quien tuvo dos hijos más, pero quien lamentablemente murió de un ataque al corazón. Sin embargo, dos años después volvió a contraer nupcias y su matrimonio duró hasta que su nuevo marido murió de un ataque al corazón en 2015.
Por su parte, Harold se casó con una mujer viuda en 1975, formando una nueva familia con los tres hijos que ella tenía -a quienes quiere como si fuesen biológicos-. Con su nueva esposa duró -curiosamente- también hasta 2015, puesto que la mujer padecía lupus y falleció de una enfermedad hepática.
Pasaron dos años desde la viudez de ambos, antes que se volvieran a encontrar en una reunión familiar. En ese mismo año (2017) anunciaron que volvieron a comprometerse y que se casarán el próximo 14 de abril. “Tenemos mucho en común”, opinó Lillian.
Actualmente Lillian tiene 78 y Harold 83; no obstante, la edad no fue impedimento para entusiasmarse con los preparativos de la boda. “Decidimos que queríamos caminar la última milla juntos”, dijeron y aseguraron que ella usará un vestido lavanda y blanco.
“Iremos a hacer lo que queramos. La llevaré a donde quiera ir”, expresó Harold. “No tenemos rencor, quizás quedamos un poco enamorados el uno del otro todos estos años”, dicen. “No creo que alguna vez hayamos perdido ese amor, en realidad”, admitió Harold.
La pareja será casada por su propio nieto, Joshua Holland, quien se desempeña como ministro en una iglesia bautista en Nueva Orleans (Estados Unidos).
