El orgasmo es definido como la culminación de una relación sexual. En otra palabras, se refriere al clímax donde se produce una sensación de liberación repentina y placentera.

En este contexto, existe la creencia popular de que a algunos hombres les importa mucho que las mujeres tengan un orgasmo durante el encuentro sexual. Pero ¿a qué se debe esa conducta?

De acuerdo a una nueva investigación publicada en la revista especializada The Journal of Sex Research, la preocupación de un hombre sobre los orgasmos de su pareja, podría estar vinculada a sus sentimientos de masculinidad. Es decir, los haría sentir más varoniles.

Para probar su hipótesis, le asignaron aleatoriamente a 810 hombres una viñeta en la que imaginaban que una mujer atractiva tenía o no un orgasmo durante un encuentro sexual con ellos. De ese modo se evaluó el impacto que la situación ficticia tuvo en sus sentimientos de masculinidad.

“El hombre se sentía más varonil si era capaz de ‘darle’ un orgasmo a una mujer que no había tenido muchos en el pasado”, fue una de las aseveraciones de la investigación.

Asimismo, los hombres que eran más comunales y preocupados por el placer de sus parejas, experimentaron el efecto de incremento en su masculinidad. Incluso aquellos que eran más “sensibles”, también se sintieron más varoniles cuando su pareja llegó al orgasmo.

Pexels

Les importa ser sexualmente hábiles

David J. Ley, doctor en Psicología, señaló en una columna del sitio especializado Psychology Today, que la investigación apoya las teorías de los guiones sexuales, “donde los hombres son retratados como actores o dadores, y las mujeres como receptoras”.

Según explica el especialista, cuando se produce un primer encuentro sexual, tanto hombres como mujeres experimentan diferentes tipos de ansiedades.

Las mujeres se preocupan de que a su pareja no le guste su cuerpo, mientras que los hombres se preocupan de que ‘no serán lo suficientemente buenos’ o no serán percibidos como expertos sexualmente. A los hombres les importa ser sexualmente hábiles“, analiza el psicólogo.

“Ser un buen amante, lo suficiente para que su pareja tenga orgasmos, aumenta las posibilidades de que quiera tener sexo nuevamente, o incluso que presuma tus habilidades con otras mujeres“, añade.

Pexels

La presión del orgasmo

“Desafortunadamente, cuando la visión personal de un hombre depende de la respuesta que evoca en su pareja, puede ejercer una tremenda presión sobre él, e ignorar el hecho de que una sexualidad sana, placentera y mutua, implica mucho más que la habilidad del hombre“, reflexionó.

De ese modo, el especialista señala que en esencia, el sexo es un acto “egoísta”. “En el sentido de que las parejas se unen físicamente para experimentar su propio placer. El buen sexo es, por definición, un escenario de ganar-ganar”, añade.

Desde su perspectiva, se puede ayudar a los hombres a reducir el grado de presión en la relación, con el propósito de revertir ese “miedo” a ser menos masculinos.

“Comprender que ‘dar’ orgasmos es una forma en que los hombres aumentan su masculinidad, nos ayuda a empatizar mejor con ellos”, concluye.