Carecer de interés en cualquier tipo de actividad sexual o rara vez tener fantasías en este aspecto, podrían ser síntomas de una baja libido.

Si bien el bajo deseo sexual no está restringido al género u orientación sexual, el doctor el Psicología Jeffrey Bernstein, detalló cómo afecta a las mujeres, en una columna del sitio especializado Psychology Today.

El deseo sexual es complejo, ya que es multifacético y está basado en la interacción de varios factores que afectan la intimidad, incluyendo bienestar emocional y físico, experiencias, creencias, estilo de vida y el estado actual de la relación”, describe el especialista.

A continuación te mostramos 3 causas explicadas por el psicólogo, que podrían afectar el deseo sexual:

1. Causas Físicas

En este aspecto, Bernstein destaca que existe un amplio rango de enfermedades, cambios físicos y medicamentos pueden causar un bajo impulso sexual.

“Se sabe que ciertos medicamentos de prescripción, especialmente la categoría de antidepresivos conocida como inhibidores de la recaptación de serotonina, reducen el impulso sexual“, detalla.

Con respecto a los hábitos, precisa que una constante privación del sueño, podría “aplastar” el deseo sexual. Asimismo, el agotamiento físico y la fatiga pueden interferir en esta causa.

Los problemas de salud, como cambios en tus niveles hormonales podrían alterar tu deseo sexual. “Esto puede ocurrir durante la menopausia, conforme bajan los niveles de estrógeno causando potencialmente un tejido vaginal seco o sexo doloroso e incómodo“, describe.

Otras enfermedades que no se relacionan con el ámbito sexual, también pueden afectar. Estas incluyen la artritis, el cáncer, la diabetes, la presión sanguínea alta, la arteriopatía coronaria y los trastornos neurológicos.

En esta categoría física, también menciona la incomodidad sexual. “Si sientes dolor durante el sexo o no puedes llegar al orgasmo, tu deseo puede disminuir“, complementa.

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2. Causas emocionales internas

El estado emocional de una persona puede afectar directamente en su deseo sexual. En este caso, Bernstein enumera el estrés del trabajo y las presiones familiares como los principales detonantes.

“Lo mismo pasa para quienes están batallando con el estrés postraumático, la ansiedad o la depresión“, agrega. “El enojo y el resentimiento son otras emociones fuertes que reducen el impulso sexual”, puntualiza.

3. Problemas en la relación de pareja

“Es difícil tener una conexión íntima cuando te sientes emocionalmente desconectada. debido a un patrón disfuncional en las interacciones con tu pareja”, reflexiona el psicólogo.

De este modo, describe que con frecuencia, la intimidad cae presa de problemas de relación como “conflictos y peleas sin resolver, desconfianza y mala comunicación de necesidades sexuales y preferencias”.

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¿Qué hacer para incrementar tu deseo sexual?

– Revisa tu salud para excluir cualquier causa médica o física que podría estar influyendo en tu bajo interés por la intimidad sexual. “La solución podría involucrar cambiar un medicamento que estés tomando”, precisa.

– Maneja el estrés llevando un estilo de vida saludable, que incluya tomar descansos, hacer ejercicio y buscar momentos de calma. Además, obtén apoyo emocional de quienes confías.

– No te presiones para ser más sexual. “En su lugar, explora con gentileza dentro de ti misma si te preocupa tu pérdida de deseo sexual. Si es así, habla con un especialista”, aconseja.

– No aceptes una “nueva normalidad” de deseo sexual limitado o nulo, sin importar el tiempo que ha trascurrido.

-Busca asesoría si tú y tu pareja se sienten incapaces de explorar, comunicar y resolver los problemas de la relación.