Cuando Tim Cook se devolvió a su casa en un avión de Alaska Airline hacia Portland (Oregon, Estados Unidos), luego de visitar a su hermana, jamás pensó que este sería uno de los mejores viajes de su vida.

Pues el hombre de 64 años, a pesar de su ceguera y sordera, decidió realizar ese viaje en solitario, el que le trajo algunos inconvenientes desencadenados por sus discapacidades. Así lo registró Lynette Scribner en su Facebook, una pasajera que viajaba a dos asientos de Tim.

Scribner, quien es enfermera, cuenta que cuando el hombre llegó, Eric, otro pasajero que viajaba en la misma fila, le cedió su asiento al lado del pasillo, puesto que Tim tenía asignado el del medio. A pesar de no saber lenguaje de señas, Eric ayudó a su compañero de viaje a abrir un café, lo escoltó al baño y luego al regresar a su asiento. Sin embargo, no podía entender nada de lo que le decía.

Es ahí cuando las azafatas y auxiliares de vuelo intentaron saber qué quería, sin mayor éxito. Hasta que tuvieron una idea: preguntar por un parlante si había algún pasajero que conociera el lenguaje de señas. Ahí apareció Clara Daly, según cuenta el diario The New York Times.

Daly, con sólo 15 años, había estudiado lenguaje de señas, ya que padece dislexia y éste le pareció el “idioma” más fácil para aprender. La joven se ofreció a ayudar a Tim con una gran disposición, y se acercó a conversar con él en varias oportunidades.

Alaska Airlines
Alaska Airlines

Según Scribner, ella le contó sobre su vida, le preguntó cómo estaba y a dónde iba. En una ocasión, conversaron más de media hora. Todo lo anterior sucedía mientras gran parte de los pasajeros y personal de Alaska Airline se emocionaban al ver la escena.

Clara Daly explicó a la pasajera aledaña que viajaba con su madre, Jane, pero habían cancelado su vuelo directo a su casa en Calabasas (California, Estados Unidos), motivo por el que tomaron ese avión para hacer una escala en Portland. Si no fuese por ello, ninguna persona en el avión habría podido ayudar a Tim. “Creo en las coincidencias”, dijo la joven según confirma la usuaria.

“Parece una persona muy solitaria”, reflexionó la adolescente y agregó: “Me senté con Tim unas cuantas veces en el vuelo y hacia el final durante unos 30 minutos. Él sólo quería hablar”.

Alaska Airlines
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Además de la ayuda de la adolescente, gran parte de los presentes se esmeraron para que Tim Cook viajara cómodo. “Nunca había visto tanta gente reunirse para cuidar a otro ser humano. Todos los que estábamos en las filas inmediatas nos reímos y sonreímos y disfrutamos de su obvio placer de tener a alguien con quien hablar”, escribe Lynette.

Alaska Airline también registró el hecho en su plataforma. “Clara fue increíble”, expresa una azafata de Alaska. “Se nota que Tim estaba muy emocionado de tener a alguien con quien poder hablar y ella era un ángel”, señala la mujer.

“Fue un hermoso recordatorio, en este tiempo de demasiada fealdad, que todavía hay buenas personas que están dispuestas a ayudar a los demás”, reflexiona Lynette Scribner y además asegura que la línea se contactó con Tim luego del viaje, quien expresó que “fue el mejor de su vida”.

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