Es común que a temprana edad los niños experimenten cierto retraimiento en función de su personalidad, sobre todo cuando se relacionan con adultos o hablan con sus compañeros.

Los psicólogos definen la timidez como una tendencia a apartarse de los encuentros sociales y a sentirse incómodo cuando se produce una interacción, destaca el sitio especializado Live Science.

Si bien puede ser una conducta que cambie con el tiempo, debes estar atento a ciertos comportamientos en su personalidad. Por ejemplo, si en más de alguna ocasión tu hijo terminó jugando solo cuando se encontraba junto a un grupo de niños.

Hay que considerar que los menores aprenden ciertas cualidades fundamentales para su desarrollo interactuando con sus compañeros.

“En general, en nuestra sociedad, se valora mucho la extraversión y la capacidad de hablar y expresar ideas verbalmente”, reflexiona Soo Hyun Rhee, psicóloga de la Universidad de Colorado. Por lo tanto, los niños tímidos pueden ser desplazados por sus pares.

Según los especialistas, esa conducta podría ser el reflejo de la extrema preocupación que siente ante situaciones nuevas, y sobre cómo lo tratan sus compañeros, o si será aceptado por ellos.

Los niños tímidos tienen más problemas de exclusión y victimización por parte de sus pares. Esos comportamientos pueden dejar una huella en su autoestima y personalidad, especialmente cuando persisten a lo largo de su crecimiento.

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La crianza de los padres

De igual manera, la crianza puede influir en el desarrollo de un personalidad tímida. “Los padres que sobreprotegen a estos niños hacen mucho daño”, advierte Sandee McClowry, psicóloga de la Universidad de Nueva York.

El objetivo es que se logre un equilibrio. “Hay que apoyarlos de tal manera que se vuelvan socialmente competentes en este tipo de situaciones que son estresantes para ellos”, dijo McClowry.

De acuerdo a una investigación publicada en el Journal of Research in Personality, los niños que tenían inhibición conductual a los 3 años, tenían más probabilidades de mantenerla en el tiempo, si sus cuidadores eran sobreprotectores.

Cómo ayudarlos

Para los niños con timidez extrema, la Asociación Estadounidense de Psicología recomienda por ejemplo, asistir a un profesional. Un terapeuta puede ayudar a los niños a idear estrategias para controlar sus ansiedades.

Sin embargo, hay otras técnicas que pueden ayudarlo a romper el círculo vicioso de la timidez. Por ejemplo, si un niño quiere ir a un campamento, pero tiene miedo de pasar la noche fuera de casa, los padres pueden comenzar invitando a otros niños a su hogar para una pijamada.

Los padres deben prestar atención al nivel de comodidad del niño durante ese proceso. Especialmente con los niños mayores, pueden hablar sobre eso”, explicó McClowry.

Asimismo, no debes presionar a un niño tímido para que se convierta en el centro de atención de una reunión. Eso puede causarle frustración y una fuente de sufrimiento adicional. Recuerda que ante todo, necesitan sentirse aceptados incondicionalmente por las personas que los cuidan.

Otra recomendación, es hablarle sobre anécdotas de tu infancia, como los momentos sentiste donde miedo y cómo los superaste. Saber que tú también te enfrentaste a situaciones similares, lo hará sentir menos solos.

Cabe señalar que los investigadores han descubierto que una paternidad cálida y receptiva a las necesidades de un niño, ayuda a romper el vínculo entre la timidez y los posibles problemas de salud mental.