Una realidad distinta es la que está viviendo Chile y que no sólo ha afectado socialmente, si no también nuestras emociones, provocando en muchas personas crisis de ansiedad, preocupación y estrés.

Jihad Tamara coach y fundadora de la agencia de coaching Do It For You, realiza un diagnóstico de lo ocurrido en el país, de cuál es la sensación predominante y cómo se puede ir cambiando esta sensación. Señala que ha visto muchos casos de ansiedad y mucho miedo al futuro, tras el estallido social.

“La gente vio que se le movió el piso y todo lo que tenía planeado y proyectado se cayó. Lo traumático es que esto fue de un día para otro, nunca se vio venir y nadie tuvo tiempo para prepararse”, explica.

“La gente perdió la sensación de seguridad y por primera vez en mucho tiempo no sabía qué pensar, qué creer, qué hacer. Una parálisis y un no saber qué hacer ni cómo moverse. Un agotamiento y mucha confusión. Imagina estar huyendo de una amenaza constantemente durante todas estas semanas; viene el cansancio físico y mental, la confusión y la angustia porque hay muchos escenarios sin definir”, añadió.

Sobre qué hacer para que las personas puedan volver a “surfear la ola” y retomar este camino, la experta nos entrega una hoja de ruta que nos puede ayudar.

1. Lo primero es adoptar resiliencia, pero desde gestionar emociones positivas

“A veces se mal entiende el término resiliencia y se cae en un victimismo cuando es todo lo contrario: es abrir la hoja de ruta (de la vida), mirar el mapa y darse cuenta de las opciones que se han ido, de las alternativas que hay en el presente y de las que, por supuesto y desde aquí, podemos construir”, dice.

Darnos cuenta de nuestras redes, tanto de apoyo como profesionales o laborales. Calmarse y luego tomar decisiones.

2. Valorarnos

Es un momento perfecto para valorar nuestros puntos fuertes y confiar en nuestro atributos, talentos y habilidades. Saber lo que tenemos y quiénes somos es un tremendo impulso a la hora de volver a “surfear la ola”.

3. Apoyar y dejarse apoyar por otros

El sentirnos solos a veces es un gatillante muy potente que nos lleva a estar tristes o medios desesperanzados frente a procesos desafiantes, como el que estamos viviendo. Por eso es necesario buscar ese apoyo que requerimos y no creer que podemos siempre salir solos adelante.

4. Cultivar una mentalidad que vea lo bueno que quedó en pie después de la crisis

Pasamos por alto un sin fin de cosas que funcionan bien y fluyen en nuestras vidas y focalizamos un pensamiento casi obsesivo en lo malo, en lo que nos da susto, en lo que no podemos controlar. Cambiar ese pensamiento es necesario, para poder seguir avanzando.

5. Tener clara nuestras opciones

Recordar siempre que el peor escenario, en la película que se proyecta desde nuestra imaginación, siempre es mucho peor de lo que en realidad puede llegar a ser. Y que teniendo claras nuestras opciones sabremos con qué opciones si contamos para estar bien y cuidar tanto de nosotros mismos como de quienes nos preocupan.

6. Vivir en el presente

Volver el cuerpo y la mente al presente, a la calma de respirar, de fijarse en los latidos o el pulso, de entender que más allá de la contingencia o del bombardeo de información, una gran cantidad del problema la está provocando tu mente y tus miedos respecto al futuro.

7. Preocúpate de ti mismo

Sé atrevido y date permiso de ser individualista para recuperar tu bienestar, desconéctate de lo que te hace mal y haz cosas que te generen una actitud de disfrute frente a la vida; sube un cerro, anda a caballo, quédate viendo películas, pero date permisos para ser indiferente ante el mundo exterior y su “caos” y preocúpate de ti y de recuperar tu sensación de bienestar.