Muchas veces el uso de protectores diarios no adecuados es uno de los causantes de las alergias íntimas, que pueden ser confundidas con otro tipo de patología y por ende no recibir la atención necesaria y mucho menos la prevención adecuada.

Dentro de las patologías genitales femeninas de origen dermatológico, se encuentran las dermatitis de contacto, la más frecuente es la de origen irritativo (DCI) cuando la sustancia gatilla por sí misma el daño de la piel produciendo un efecto tóxico local.

También está la de origen alérgica (DCA), en la que el alérgeno induce una respuesta inmune, para luego en ambos casos desencadenar una serie de desagradables síntomas y signos en esta zona particularmente sensible, tales como enrojecimiento, manchas, granitos, descamación, erosiones, entre otros.

Si bien existen muchos factores predisponentes, la dermatitis de contacto, puede ser producida por algunas sustancias químicas contenidas en protectores diarios, toallas higiénicas, jabones, limpiadores o incluso en medicamentos de uso tópico.

La matrona Roxanna Gianini alerta sobre los riesgos que traen estas patologías dermatológicas ya que es factible su cronicidad debido a la exposición continua o repetitiva a la sustancia presente en algunos de los productos antes mencionados, haciendo que la piel se vuelva seca, descamativa, gruesa y en estados más avanzados producir liquenificación (irritación crónica), hiperqueratosis (durezas) y fisuras.

Por otro lado, las vulvovaginitis es una inflamación de la vulva y vagina, habitualmente secundarias a una infección y que tiene como agentes causales más frecuentes la Cándida albicans, Gardnerella vaginales y Trichomonas vaginalis, ésta ultima de transmisión sexual.

En una mujer, La flora vaginal está constituida por una gran cantidad de Lactobacillus, que junto a otras bacterias mantienen un Ph vaginal ácido, lo cual representa el mecanismo de defensa vaginal más importante en impedir el crecimiento de bacterias patógenas que naturalmente conviven en el tracto genital.

Si bien existen muchos factores asociados a la aparición de esta patología, algunas sustancias tales como jabones, aerosoles, detergentes, sustancias químicas presentes en toallas higiénicas, protectores diarios y tampones (además de su función absorbente) pueden favorecer el reemplazo de bacterias protectoras por el crecimiento anormal de bacterias patógenas produciendo las tan incómodas vulvovaginitis.

Lamentablemente por falta de sintomatología, desconocimiento, uso de productos que enmascaran olores, vergüenza y la aparición de patologías dermatológicas concomitantes el diagnóstico no siempre suele ser fácil y rápido lo que retrasa el tratamiento y aumenta las molestias.

Cómo evitarlas

En la actualidad, existen muchas opciones para que las mujeres sean menos susceptibles a este tipo de enfermedades que causan muchas molestias. Una de ellas son las copas menstruales, las cuales son reutilizables y recolectan el flujo, no lo absorben, por lo cual mantiene la humedad y la flora bacteriana natural del cuerpo, sin secarse ni producir malos olores, además al ser pequeña, amigable con el cuerpo y fabricada de suave silicona hipoalergénica, disminuye el riesgo de sufrir shock tóxico, dermatitis y/o vulvovaginitis.

El emprendimiento chileno Mialuna es uno de los que ofrece este producto en diferentes tamaños, que pueden ser usados por cualquier mujer, desde adolescentes hasta mujeres adultas con hijos. Son hechas de suave silicona hipoalergénica.

Para la especialista Gianini algunas de las ventajas de la copita en relación a la toalla higiénica “es que no se producen reacciones dermatológicas adversas por el plástico de la malla, que es motivo de consulta frecuente, así como tampoco produce alergias ya que no contiene látex ni fragancias y los genitales no están en contacto con la humedad del sangrado. En cuanto a los tampones, la ventaja de la copita es que no provoca arrastre de la flora vaginal, no tiene una gran superficie de contacto con la mucosa vaginal y funciona como reservorio y no como absorbente manteniendo la flora protectora”.

Es importante que ante cualquier molestia íntima que se mantenga por más de dos días, se consulte a un especialista.

La Sociedad Internacional para el Estudio de la Enfermedad Vulvovaginal señala que cuando se diagnostica este tipo de alergia “lo primero que hay que hacer es suspender el agente agresor y lavar el área con agua para retirar los restos del irritante. Generalmente se aplica una crema con corticoide en el área afectada durante una o dos semanas. Si la reacción es muy severa, se puede utilizar corticoide por vía oral”.

Una vez que descubres que es lo que te produce alergia y logras controlarla, no debes lavarte con jabón la zona genital, “ya que el exceso de jabón y de agua elimina la flora normal de la piel”, indica el organismo. “Simplemente se debe usar agua sola o con un jabón recomendado por su médico y secar el área por aposición (con suaves golpecitos). Para proteger la piel se puede utilizar vaselina o ungüentos con óxido de zinc. Si hay excoriaciones y el dolor es severo, se debe dejar de utilizar todas las cremas hasta que se identifique el agente causante del problema”.