Probablemente la mayoría de nosotros alguna vez en su vida se ha preguntado si es realmente una buena persona, pero no es una respuesta tan fácil de dilucidar, pues todos nos hemos equivocado o no hemos actuado de la mejor forma en distintas situaciones.

El psicólogo y experto en liderazgo Ronald E. Riggio indicó en una columna en el portal especializado Psicology Today que hay muchas maneras de definir lo que significa ser una buena persona. “Una definición de ‘bueno’ es que sigues las reglas: no infringes la ley, no cometes delitos, no mientes ni haces trampa. Otra forma de determinar quién es una buena persona es preguntarle a los demás: amigos, familiares, compañeros de trabajo, personas que te conocen y que pueden ‘responder’ por tus buenas cualidades y tu carácter”, explica.

“Otra manera, más abstracta, de definir la bondad es que, al final de tus días, dejas el mundo siendo un lugar mejor: has hecho buenas obras, has salvado vidas (o almas), has criado buenos hijos, has hecho felices a otros y así la lista continúa”, añade el profesional.

Enfoque aristotélico

Riggio explica que su investigación se ha centrado en los filósofos griegos antiguos y enfatiza el carácter. “Según Aristóteles, hay cuatro virtudes cardinales que determinan a una persona de buen carácter. Entonces, una manera fácil de emprender el camino hacia la ‘bondad’ es practicar las cuatro virtudes”, explica.

1. Prudencia: Otro término para prudencia es “sabiduría”, pero implica ser objetivo y reflexivo al decidir los cursos de acción, dice el psicólogo. Los individuos prudentes aprenden a evitar tomar malas decisiones. Ellos valoran y aprenden de los demás. Para evaluar cuán prudente eres:

– ¿Tomas decisiones de tu vida estudiando información, escuchando los consejos de amigos y relaciones de confianza y “comprobando los hechos”?

– ¿Eliges cursos de acción que se basan en lo que “debes” hacer? Por ejemplo, ¿tus padres aprobarían tu curso de acción?

2. La templanza: Esta virtud se centra en la moderación, no en ser demasiado extremo. Implica controlar tus pasiones.

– ¿Manejas tus emociones, particularmente las “oscuras” (es decir, enojo, desesperación)?

– ¿Evitas la atracción del poder, la riqueza y tienes una buena perspectiva de tus propios logros (es decir, no tienes un ego inflado)?

3. Justicia: Esta virtud trata de ser justo y respetar a los demás.

– ¿Tratas a los demás de manera justa, dándoles crédito cuando se debe?

– ¿Respetas los derechos de los demás? ¿Tratas a los demás como te gustaría que te trataran?

4. Fortaleza (o coraje): Esto implica tener el coraje de defender lo que crees, hacer lo correcto.

– ¿Intervienes cuando ves que otros son maltratados?

– ¿Tienes el coraje de asumir la responsabilidad de tus propios errores y fallas?

– ¿Tienes una brújula moral que sigues y tienes el coraje de hacer lo que esa brújula moral te dice que hagas?

Pexels (CCO)
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Siete características de una buena persona

Pero este no es el único enfoque, en 2012 el antropólogo de la Universidad de Oxford y miembro del Instituto de Antropología Evolutiva y Cognitiva del mismo recinto, Oliver Scott Curry, comenzó un estudio al respecto que en 2019 tuvo conclusiones.

Los resultados fueron publicados en la revista académica Current Anthropology, y tienen una mirada universal, es decir, que pueden repetirse en distintas culturas y creencias. De hecho, para la investigación Curry consideró a 60 tipos de sociedades diferentes de todo el mundo.

Es así como concluyó que las buenas personas tienen 7 características:

1. Ayudas a tu familia
2. Ayudas a tu comunidad
3. Devuelves los favores
4. Eres valiente
5. Respetas a tus superiores
6. Divides los recursos de forma justa
7. Respetas los bienes de los demás

Tal como rescata revista GQ, Curry señala que la bondad tiene mucho que ver con la cooperación, de acuerdo a sus indagaciones. “La gente de todo el mundo se enfrenta a problemas sociales similares, y usan reglas morales similares a la hora de resolverlos. Todos compartimos un código moral común. Todos coincidimos en que cooperar, promover el bien común, es lo correcto”, explicó.

Eso sí, también indicó que pueden haber diversos tipos de cooperación que se relacionan con la familia o la comunidad, de lo cual se desprenden valores como la unidad, la solidaridad y la confianza en los demás.

Pexels (CCO)
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Respecto al ítem de honrar a tus superiores o respetar la propiedad de los demás, que se relacionan más con el concepto de justicia o leyes, Curry explica que este concepto varía entre las culturas y depende del concepto que tengamos por sumisión.

Por ejemplo, para un grupo étnico de Micronesia llamado chuukeses, robar no es malo porque es visto como una forma de demostrar poder. Sin embargo, para ellos es sumamente importante respetar las jerarquías.

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¿Actuar bien y ser bueno es lo mismo?

Para la psicoterapeuta estadounidense Mary Beth Somich actuar bien y ser bueno no es lo mismo. Según ella, nuestra “cultura centrada en las redes sociales”, nos alienta a actuar de buena manera para recibir un refuerzo positivo de los demás en lugar de actuar de manera altruista por una verdadera recompensa intrínseca.

Tal como recoge el portal especializado Psychology Today, Somich dice que la única persona que puede decidir si eres una buena persona eres tú mismo. Si bien hay algunos indicadores externos que “pueden ayudar a satisfacer una imagen favorable de uno mismo como una ‘buena persona’… realmente se reduce a un código de honor contigo mismo”.

La psicoterapeuta Meredith Strauss propone responder las siguientes preguntas para determinar si eres buena persona:

– ¿Tengo compasión por los demás?
– ¿Qué tan caritativo soy?
– ¿Estoy con mis seres queridos en momentos de necesidad y quiero ayudarlos genuinamente? ¿O simplemente lo hago para ser políticamente correcto?
– ¿Qué dirían de mí mis amigos o mi familia si les hiciera esta pregunta?
– ¿Pones las posesiones materiales antes que las personas?
– ¿Cuál crees que es tu contribución a este mundo mientras estás aquí?

A otros no les convence la idea de etiquetarnos como buenos o malos. Por ejemplo, el psicólogo y escritor californiano Paul DePompo, dice que puede ser problemático asumir que eres lo uno o lo otro. Por ejemplo, puedes pensar que eres malo cuando haces algo que cualquiera haría, o puedes tener una autoimagen inflada cuando haces muchas cosas “buenas”.

Por lo mismo propone “definir qué es una buena persona en 3-5 conceptos y calificarte en este continuo”. Si te ves en más de la mitad, entonces “eres una persona relativamente buena, pero imperfecta, ¡lo que en última instancia te hace humano!”, concluye.