Médicos, cirujanos, nutriólogos, nutricionistas y chefs analizaron ingredientes, en calidad y cantidad para elaborar comidas aptas para cualquier paciente operado que reciba de indicaciones de un régimen liviano al momento del alta.

La nutrición de personas recién operadas es uno de los pilares fundamentales que influye directamente en el éxito de su recuperación. Sin embargo, muchas personas no saben qué comer después de una operación, dicen los expertos

Es por esto que un grupo de académicos de la Universidad Finis Terrae investigaron cuáles serían las mejores comidas saludables para después de una operación, lo que terminó en la publicación de un libro de recetas, con base científica.

Estas comidas abarcarían la totalidad del perioperatorio. Es decir, el periodo antes de la cirugía (preoperatorio), durante el tiempo de hospitalización (intrahospitalario) y después de la intervención quirúrgica (postoperatorio).

Es importante considerar que la respuesta al estrés quirúrgico induce a un estado hipercatabólico. Este es un trastorno en el metabolismo de las proteínas, de los hidratos de carbono y de los lípidos que resulta en un deterioro progresivo de las funciones orgánicas y sistémicas, con manifestaciones clínicas que conllevan la pérdida de la masa muscular y, por ende, la disminución del peso.

Es en este contexto que los pacientes sometidos a una cirugía programada (electiva), pese a tener una recuperación sin complicaciones, de igual forma pierden en promedio 2 kilos de masa magra (masa no grasa del cuerpo, por ejemplo, el músculo). Demostrando así que cualquier intervención produce una pérdida de músculos y otras sustancias en los pacientes operados.

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¿Por qué es tan importante?

En pacientes quirúrgicos, la desnutrición se asocia con estadías hospitalarias prolongadas. Estas como consecuencia de una mayor cantidad de complicaciones postoperatorias, recuperación tardía de la función intestinal, tasas de reingreso más altas y una mayor incidencia de muerte postoperatoria.

La evidencia actual menciona que los pacientes desnutridos tienen una mayor susceptibilidad a enfermedades infecciosas, en comparación con la población general. Por ejemplo, existe un riesgo 3.5 veces mayor de eventos graves relacionados con COVID.

Esto es aún más evidente en los pacientes con cáncer, en donde las alteraciones del estado nutricional son frecuentes y a menudo afectan significativamente su calidad de vida, aumentan las complicaciones quirúrgicas e impactan negativamente en el pronóstico de su enfermedad.

El equilibrio de aminoácidos en el organismo dependerá de la cantidad de proteínas ingeridas en un individuo sano. En individuos con cáncer o que serán intervenidos quirúrgicamente es primordial mantener dicho equilibrio de manera que recibir una adecuada nutrición en todo el periodo perioperatorio se vuelve de vital importancia.

Las personas no saben qué comer después de una operación

La Dra. Mónica Martínez, Cirujana Coloproctóloga, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Finis Terrae, es autora del libro Régimen liviano para el paciente operado – Recetas fáciles y sabrosas para hacer en casa.

Martínez señala que “al conversar con colegas cirujanos, todos coincidimos en que la nutrición de la mayoría de los pacientes en el periodo postoperatorio realizado en el hogar es deficiente, dado que se reduce la ingesta de comida o el menú que ingiere no es balanceado”.

Esto sumado a que “en ocasiones, las pautas alimentarias entregadas, tanto en los hospitales como en las clínicas, no especifican cantidades, calidad y formas de preparación de los alimentos”.

Además, la académica agrega que “varios de mis propios pacientes operados de enfermedades del colon y/o recto me han comentado que su alimentación durante las dos semanas al alta consiste en arroz o alguna pasta blanca acompañado con alguna proteína, sopa con vegetales cocidos. Esto dejan en evidencia un déficit tanto calórico, como en proteínas, vitaminas y minerales”.

Médicos, nutricionistas y chefs unieron fuerzas y crearon un libro

Un grupo compuesto por diferentes áreas y especialidades, decidieron elaborar un libro con herramientas nutricionales útiles y confiables que sirva para la alimentación de la mayoría de los pacientes operados.

“Creamos un menú para cualquier paciente operado cuya indicación haya sido un régimen liviano por parte de su médico tratante, el cual ayude a superar el miedo, la incertidumbre y el desconocimiento de lo que se puede comer cuando uno ha sido operado”, sostuvo la Dra Martínez.

Lo importante es que cada una de estas recetas está creada por chefs certificados que buscan entregar los requerimientos nutricionales pedidos por los médicos. Pero manteniendo el sabor de los alimentos.

“Diseñamos este libro basándonos en recetas entretenidas, con la intención que las preparaciones que puedan encontrar den ganas de comerlas cuando uno está en los peores momentos. (…) Es importante tener en cuenta que la comida aparte de alimentar a diario nos da alegría y emociones en cada bocado”, señala Tomás Cumsille, chef ejecutivo de Le Cordon Bleu Internacional y académico de Dirección y Gestión de Artes Culinarias de la U. Finis Terrae.

El equipo multidisciplinario que elaboró el libro y que cuenta con amplia experiencia en el sistema público y privado de salud, está compuesto por la Dra. Mónica Martínez, Dr. Roberto Salas y Dr. Felipe Quintana.

Además de académicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Finis Terrae; Priscila Verdugo y Luis Pinto, nutricionistas; Christián Andrade, nutriólogo; Carolina Cumsille, Tomás Cumsille, Julie Manquel, Franziska Rösner e Ignacio Morale.

Así mismo chefs de la Escuela de Dirección y Gestión de artes culinarias de la misma casa de estudios en convenio con Le Cordon Bleu; y Felipe Barrientos, diseñador gráfico. Todos cooperaron para investigar qué comer después de una operación.

La propuesta de menú para el paciente operado que incluye el libro consiste en cuatro alternativas de desayuno, diez almuerzos, diez cenas y diez postres. Estos cuales cuentan con los cálculos nutricionales necesarios para que sean una comida balanceada y óptima para la recuperación de un paciente operado.

El libro estará disponible a partir del 21 de octubre en diferentes librerías del país y tendrá un precio de $15 mil pesos para el público general. En el caso de las personas afiliadas a FONASA, lo podrán adquirir a $5 mil pesos en las oficinas de Ediciones Universidad Finis Terrae, ubicadas en Av. Pedro de Valdivia 1509, Casa Pocuro – Providencia.