Pocas personas se preocupan frecuentemente de higienizar sus colchones, además de eliminar manchas y olores desagradables. Sin embargo, esto es más importante de lo que se puede pensar, ya que pasamos varias horas en él y si no les hacemos mantenimientos puede convertirse en una fuente de microbios.

El mantenimiento adecuado del mobiliario, no sólo alarga su vida útil, sino que también mejora la calidad de sueño y previene problemas a la salud. No basta con cambiar las sábanas para mantener la cama en condiciones óptimas, ya que el colchón es el hábitat favorito de algunos microorganismos perjudiciales para la salud, como los ácaros.

Para facilitar esta tarea, investigadores del laboratorio de colchones Emma, en Frankfurt (Alemania), comparten algunos consejos prácticos.

1. ¿Haces la cama al momento de levantarte?

Deberías saber es una pésima idea, pues atraes ácaros a tu colchón. Esta simple acción favorece que se anclen entre las sábanas y la cama, potenciando su reproducción. Estos insectos diminutos buscan ambientes cálidos (+20ºC) y húmedos, por ello los colchones y almohadas son su paraíso.

2. Recuerda aspirar todo el colchón para deshacerte del polvo

En un gramo de polvo, puede haber hasta 2.500 ácaros. Aunque parecen inofensivos, son causantes de alergias que afectan principalmente al aparato respiratorio, la piel y ojos. Estas patologías pueden alterar tu descanso.

3. Una rutina adecuada es cambiar las sábanas una vez a la semana

Recuerda que antes de hacerlo, debes airear el colchón un par de horas. Esto es muy efectivo, pues los ácaros mueren al estar expuestos al aire fresco y la luz.

4. ¿Apareció una mancha? Actúa rápido

Evitarás olores y una aureola en la superficie. El procedimiento de limpieza será distinto en función del tipo de “accidente”.

– Orina: Es muy frecuente cuando hay niños. Cuando la mancha está mojada, esparce una mezcla de 4 partes de agua por 1 de vinagre. Si está seca, opta por espolvorear bicarbonato y dejarlo actuar tapado con plástico durante la noche.

– Sudor: Si pretendes evitar que este clásico veraniego desprenda olor o deje marcas, mezcla amoniaco, agua y jabón, los que frotarás suavemente en la superficie.

– Sangre: Pese a que es una de las manchas más difíciles, no es imposible de quitar, pero debes actuar rápido. Aplica agua oxigenada y retírala con un paño blanco limpio.

– Humedad: Es típico de los colchones viejos, que no permiten la transpiración. La solución es airearlo frecuentemente. Luego, pasa la aspiradora para succionar cualquier formación de moho y aplica un disolvente, que enjuagarás con agua tibia. Para finalizar usa un desinfectante.

En resumen, un mantenimiento diario básico consiste en sacudir las sábanas y dejar respirar el colchón antes de hacer la cama. Para optimizar esta rutina, puedes espolvorear bicarbonato sobre la superficie del colchón y aspirar, así te aseguras de eliminar los ácaros de polvo.