El cuidado de la piel no solo significa aplicarte cremas, mascarillas o someterse constantemente a tratamientos faciales.

Existen pequeñas acciones que pueden contribuir a conservar un rostro saludable y sin manchas.

En este contexto, la dermatóloga Loretta Ciraldo, explicó al sitio Cosmopolitan, 6 malos hábitos que pueden dañar tu piel y cómo evitarlos:

1. Sobreexfoliarte

“Demasiada exfoliación puede irritar tu piel, volviéndola seca y roja”, advierte la especialista. “También puede provocar que tu piel produzca demasiado aceite para compensar la humedad que perdió, generando una ruptura“, añade sobre las consecuencias.

Sobre este error, aconseja limitar el uso de exfoliantes a una o dos veces por semana y aplicarlo con mucha suavidad sobre tu rostro.

2. Tocarse todo el día la cara

Si bien puede tratarse de un acto involuntario, llevarse constantemente las manos a la cara, podría ser la causa de cualquier tipo brote o reacción alérgica.

“Debido a que la piel de nuestras palmas es más gruesa, puede tolerar muchos ingredientes en cremas o desinfectantes para manos, que podrían irritar la cara“, advierte Loretta.

3. Dormir menos de 8 horas

“El descanso para la belleza es algo real”, asegura la dermatóloga. “Si no crees que el sueño hace la diferencia, toma selfies de cómo te ves al trasnochar y después de dormir ocho horas. Creo que solo eso te convencerá”, aconseja.

Pexels
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4. No lavarte la cara antes de dormir

No lavarte la cara antes de acostarte, puede ser muy perjudicial para tus poros, más aún si eres de piel sensible. Asimismo, debes considerar que dormir con el delineador en tus párpados, puede provocar la aparición de un orzuelo.

Para evitar estas reacciones, la especialista aconseja hacer un ritual nocturno para lavarte la cara antes de dormir. Además recomienda dejar un paquete de toallitas desmaquillantes en tu velador por si acaso.

5. Ducharse con agua caliente

Si bien una ducha caliente puede ser muy reconfortante, debes considerar que la alta temperatura del agua podría resecar tu piel.

“El agua caliente aumenta el flujo de sangre a la piel, lo que la hace más roja y más sensible“, explica Loretta. “También puede empeorar las áreas inflamadas donde tienes brotes o rosácea”, advierte.

En estos casos, recomienda preferir una temperatura tibia o fresca, especialmente cuando te lavas la cara.

6. Aplicarte muchos productos

Sobrecargar tu rostro con productos cosméticos, también puede ser peligroso. “Corres el riesgo de tener una reacción alérgica, y si ya la tienes, puede ser difícil determinar qué la causó exactamente“, advierte Loretta.

“Además, los productos no estarán penetrando correctamente tu piel, si estás aplicando demasiados a la vez”, añade.

Por este motivo, es mejor concentrarse en tres o cinco productos para seguir una rutina durante algunas semanas, y así determinar si las fórmulas realmente son efectivas.