Al igual que el cabello, las uñas pueden volverse débiles y quebradizas, si no se cuidan adecuadamente.

Así lo ejemplifica la doctora Dana Stern, una de las pocas dermatólogas en el mundo, dedicada exclusivamente al cuidado y cirugía de las uñas, según destaca la revista estadounidense de belleza Allure.

Si bien existen productos específicos para fortalecer tus uñas, también debes evitar exponerlas a una serie de situaciones que podrían debilitarlas o incluso producir infecciones.

A continuación te mostramos 6 acciones que podrían dañar tus uñas y cómo evitarlas:

1. Usar tus uñas como herramientas

En primer lugar, debes estar consciente que las uñas no reemplazan la función de tijeras, abrelatas o cuchillos. Para todas esas acciones existen utensilios específicos.

Incluso las uñas más fuertes requieren cuidados extras, advierte Stern, por lo que evita usarlas para abrir recipientes. Eso podría dañar o incluso quebrar tus uñas.

2. Cortar tus cutículas

“La cutícula es el sello natural protector de la uña, y la clave para uñas saludables”, señala Stern a la revista Womens Health. En este contexto, precisa que cualquier alteración en esa zona (cortarla, morderla o tirar de ella) puede afectar a la matriz y “provocar irregularidades en la uña”, como rugosidades o decoloración.

Asimismo, cuando las bacterias penetran en los pliegues de la uña a través de la cutícula, pueden provocar una infección conocida como paroniquia aguda. Esta debe ser tratada por un especialista y en la mayoría de los casos requiere antibióticos, explica la dermatóloga.

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3. Lavar los platos sin guantes

“La uña es como una esponja. Por ejemplo, absorbe 1000 veces más agua que la piel, por lo que el agua puede difundirse fácilmente en la uña”, explica Stern.

Por este motivo, es fundamental que utilices guantes al lavar los platos. “Cuando el agua entra y sale constantemente de las uñas, ejerce una presión tremenda sobre los delicados onicocitos (células ungueales)”. De este modo, se puede provocar debilitamiento, ablandamiento y roturas.

4. Morderse las uñas

Además de ser un mal hábito, morderse las uñas “estimula las células de pigmentación”, explica Stern. Esto crea el efecto de rayas, provocando que se debiliten y ablanden.

También debes considerar que estás llevando todos los gérmenes de los dedos a tu boca, arriesgándote a contraer una infección.

5. Pintarse las uñas frecuentemente

Cuando usas esmaltes por mucho tiempo, “la granulación de la queratina puede causar manchas blancas e irregularidades superficiales en tus uñas”, indica Stern.

De este modo, la dermatóloga aconseja dejar descansar tus uñas por varios días. Esto las mejorará de inmediato y evitará que queden manchadas.

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6. Reconsidera tus productos

Según explica la dermatóloga a la revista digital Real Simple, hay varios productos que deberías cambiar, para evitar el daño de tus uñas.

Limas: Stern aconseja deshacerte de las esmeriladoras antiguas, ya que “crean rasgaduras microscópicas en la uña que conducen a fracturas y descamación”. En cambio, recomienda optar por una lima de vidrio o cristal.

Quitaesmalte:es mejor dejar de usar ese producto. “Prefiere removedores sin acetona que contengan aceites e ingredientes hidratantes”, precisa.

Cepillo de uñas: en vez de frotar debajo de tus uñas con una lima, es preferible utilizar un cepillo para limpiar la suciedad.

Productos para el crecimiento de las uñas: “Muchos de los llamados productos para el tratamiento o el crecimiento de las uñas en el mercado son en realidad esmaltes de uñas transparentes con aditivos comerciales que no tienen validez científica”, advierte finalmente Stern.