De seguro más de alguna vez te desvelaste con el celular en la mano, afectando tus horas de descanso e impidiendo que tu sueño fuera realmente profundo.

Se trata del “vamping”, término inglés que une las palabras vampire (vampiro) y texting (acción de enviar mensajes). Básicamente es la mala práctica de quedarte hasta altas horas de la noche utilizando un dispositivo móvil.

Según explica Gabriela Paoli, experta en salud digital, al sitio Elle, esta práctica afecta a la glándula pineal, una pequeña parte del cerebro encargada de producir melatonina, la hormona que regula el ciclo sueño-vigilia.

“La luz, incluso una pequeña, como la de un despertador o la del piloto de un televisor, pueden alterarla y si eso ocurre, nos cuesta conciliar el sueño, dormimos poco y mal”, añade.

En este contexto, puntualiza que el incremento de las plataformas de series y películas digitales como Netflix o Youtube, repercuten directamente en un peor descanso. “Cuando lo pasamos bien y disfrutamos, no somos muy conscientes del tiempo”, describe la especialista.

Si bien no existen estudios científicos que aporten una cifra aproximada de la incidencia de este problema, Eduard Estivill, director de la Clínica del Sueño Estivill, plantea que esta patología existe y “no es un invento”.

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El experto detalla que el “vamping” afecta especialmente a los adolescentes. “La mayoría está enganchada al celular, y lo usan de noche porque los padres no los molestan. De esta forma concurren una serie de circunstancias que los engancha a esta tecnología privándoles de horas de sueño”, puntualiza.

En el caso de los adultos, el doctor destaca que cada vez están experimentando una mayor dependencia al celular. Sin embargo, el problema radica en que es complicado que reconozcan que tienen una adicción.

“Todos te dirán que no están pegados al teléfono, pero si les dices que lo dejen en casa un día, no pueden resistirlo”, añade el doctor.

Consecuencias del “vamping”

Una de las principales consecuencias del “vamping” es la reducción de las horas de descanso. “La privación crónica del sueño hace que tengamos una mayor somnolencia durante el día, más irritabilidad y mal humor, así como una peor conexión con el entorno”, destaca el especialista.

Aunque no lo creas, este mal hábito puede generar una desrregulación hormonal, que a largo plazo puede provocar un aumento del riesgo de obesidad o diabetes, al afectar la insulina.

“La melatonina se encarga de regular nuestra señal de saciedad. Debido a la práctica del ‘vamping’, aumentan los neuropéptidos que simulan el apetito y disminuyen la de los que mandan la señal de saciedad”, según la doctora María Jesús Alija Merillas, endocrinóloga pediátrica.

“Hay estudios que demuestran que, si se duermen menos de tres o cuatro horas del descanso normal, al día siguiente se pueden ingerir entre 380 y 400 calorías más de lo habitual”, destaca la doctora.

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Algunas soluciones

Es obvio que la principal medida para acabar con el “vamping”, es dejar de usar el celular a la hora de acostarse. Sin embargo, existe una serie de recomendaciones para usar responsablemente tu dispositivo móvil y adquirir mejores hábitos de sueño.

En este contexto, los especialistas recomiendan utilizar una luz tenue y suave en el dormitorio. Asimismo, leer un libro o hablar con tu familia antes de irte a la cama.

También puedes utilizar filtros de luz azul para las pantallas. Varios dispositivos cuentan con esta opción que ayudará a tu vista.

No obstante, es recomendable dejar de usar dispositivos y pantallas, como mínimo un par de horas antes de dormir. Cabe señalar que ver televisión también es considerado como “vamping”.

Finalmente, aconsejan dejar tu celular fuera de la habitación y limitar al máximo la presencia de los aparatos electrónicos en tu dormitorio. Esto debido a que el brillo de las pantallas o las notificaciones pueden alterar tu sueño.