Son miles los chilenos han visitado Brasil durante esta temporada estival, posicionándose como uno de los destinos favoritos de turistas locales. Sin embargo, pocos conocen las hermosas playas del nordeste, el “Caribe” brasileño, el verdadero paraíso oculto del país carioca.

Samba, Caipirinha, Carnaval de Río, Copacabana y el Cristo Redentor: esas son algunas de las respuestas automáticas que se vienen a la mente cuando se piensa en Brasil como destino turístico.

Dicha asociación es inevitable cuando el país más grande de América Latina es sinónimo de alegría, fiesta y sol, debido a sus famosas playas en Río de Janeiro, Buzios o Salvador de Bahía.

Por estas mismas razones, Brasil es uno de los países favoritos de los viajeros locales al momento de pensar en vacaciones. Según la Dirección de Inteligencia de la Agencia Brasileña de Promoción Internacional del Turismo, Embratur, en esta temporada estival se espera la visita de casi 60 mil chilenos, ubicando a Chile como el cuarto país del mundo que más turistas llevará a Brasil, antecedido por Estados Unidos, Argentina y Portugal.

Aprovechando la cercanía -entre 4 a 5 horas de vuelo- y los precios accesibles, las familias, y también quienes recién están iniciando sus viajes al exterior, optan por Brasil para sus vacaciones durante el verano.

Del total de viajeros de esta temporada estival, un 15% eligió Brasil como destino, siendo Río de Janeiro, Sao Paulo, Florianopolis, Buzios y Salvador, las ciudades que más visitarán.

Nordeste de Brasil, el “Caribe” del Atlántico

Pero Brasil es mucho más que sus icónicas playas. Con una superficie terrestre de más de 8,5 millones de kilómetros cuadrados, este país tiene muchos rincones desconocidos, con distintas alternativas para aquellos viajeros que gustan de los deportes acuáticos y que buscan conectarse con el entorno local y la naturaleza.

El nordeste de Brasil es el verdadero “paraíso escondido” de este gigante sudamericano y una opción ideal para viajes de 5 noches o más, con una gran variedad de lugares aún inexplorados por los chilenos.

Acá destacan localidades como Porto de Galinhas, Maceió, Natal, Pipa y Fernando de Noronha, balnearios con muchos atractivos turísticos y hotelería para todos los gustos, especialmente las “pousadas” que, además de ofrecer alojamiento a menor costo, muchas de ellas incluyen acceso a playas y amenidades que son apreciadas por los turistas.

Si aún no tienes planeadas tus próximas vacaciones y te animas a dar rienda suelta a tu espíritu aventurero, estos son algunos tips para descubrir en estos paraísos escondidos brasileños.

Porto de Galinhas

Ubicado en el estado de Pernambuco, Porto de Galinhas es un balneario famoso por sus aguas turquesa cálidas, sus piscinas naturales y senderos ecológicos. La ciudad ha tenido un importante desarrollo, lo que la ha posicionado como el principal polo turístico del estado con más de 150 resorts, varios hoteles y posadas.

Buceo, paddle board, kayak, surf, paseos a caballo o en buggy y tours a las paradisíacas playas de Maragogi, son solo algunas de las actividades que se pueden realizar en este paraíso costero.

Porto de Galinhas
Porto de Galinhas

Maceió

Catalogada como el “Caribe brasileño”, Maceió ostenta una gran belleza natural y agradables temperaturas promedio que oscilan entre los 25 y 29 grados durante todo el año.

Sus playas son famosas por su entorno, con arenas blancas, arrecifes y palmeras; muy conocida es Praia Ponta Verde, playa que se encuentra en plena ciudad de Maceió y que, además de la arena fina, cuenta con un gran número de cocoteros donde los arrecifes llegan a formar tranquilas piscinas naturales. En Praia Jatiúca, en tanto, destacan sus grandes olas junto con el mar agitado, ideal para practicar surf.

Maceió
Playa Maceió

Natal

Capital de Río Grande del Norte, Natal es considerada la capital más segura del país y es una ciudad con un gran desarrollo urbano, arquitectónico y turístico. Famosa es su Vía Costeira, una gran avenida en medio de las dunas y el área donde se ubican los principales hoteles y restaurantes de la ciudad.

Natal también es conocida por ofrecer una de las mayores fiestas de la temporada de carnaval en Brasil, denominado Carnatal, una celebración muy diferente al desfile de escuelas de samba de Río de Janeiro; más pequeña, pero famosa por reunir a la gente a la orilla de la playa donde todos comen, beben y bailan.

Otras actividades destacables son la Fiesta Junina o Festival de San Juan, en la que se celebra el Solsticio de verano, y la visita a la Playa de Genipabu, balneario con dunas que terminan directamente en el mar y donde se puede hacer excursiones en dromedarios.

Pipa

Clima tropical, extensas playas de arenas blancas y olas ideales para practicar surf son solo algunas de las características que hacen de Pipa un destino para descubrir, ya sea en pareja, con amigos o en familia.

Relativamente alejada de centros urbanos, Pipa se mantiene como un lugar algo rústico, pero con excelentes acomodaciones gastronómicas y de alojamiento con posadas para todos los gustos. En definitiva, es un espacio para desconectarse del mundo y descansar.

Pipa
Playa Pipa

Fernando de Noronha

Si buscan la verdadera “joyita escondida” de Brasil, Fernando de Noronha es el destino ideal. Se trata de un archipiélago volcánico formado por 21 islas e islotes que fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.

Ubicado a unos 350 kilómetros de la costa nordeste de Brasil, este lugar recibe el nombre de su isla más grande, un parque nacional marino protegido y un santuario ecológico con una costa escarpada y ecosistemas diversos.

Es conocido por sus hermosas playas rústicas de arenas doradas (muy del gusto del turista chileno), aguas claras y cálidas, ideales para el buceo y el esnórquel, y donde habitan diversas especies como corales, tortugas marinas, rayas y delfines.

Bahía do Sancho es un ejemplo de lo anterior y se ubica como una de las playas más lindas del mundo, según el Traveller ‘s Choice Awards de TripAdvisor. Además, y dependiendo de la época del año, el surf también es una actividad por la que Fernando de Noronha se destaca, especialmente entre diciembre y febrero.