Dentro de los próximos días se estrenará el documental Ozzy: No Escape From Now, el cual entrega una perspectiva de lo que fueron los últimos años de vida de Ozzy Osbourne, estrella del heavy metal que falleció el pasado 22 de julio.
Lo cierto es que, en la pieza audiovisual, Ozzy hizo revelaciones bastante asombrosas, como que, tiempo antes de morir, pensó seriamente en el suicidio.
“La idea de no dar más conciertos me sumió en una profunda depresión. De hecho, ahora (cuando se grabó el documental) tomo antidepresivos. Porque estuve a punto de suicidarme”, expuso en la oportunidad.
De acuerdo a lo que recordó el propio Ozzy, sus últimos años fueron especialmente complejos, debido a un accidente doméstico que lo dejó con una fractura en el cuello. Posteriormente, el músico se sometió a una operación, pero no dio los resultados esperados.
“Es un dolor que, hagas lo que hagas, siempre está ahí. Cuando sientes cierto dolor, afecta tu forma de pensar y todo. No puedes disfrutar de nada”, indicó.
En ese momento Sharon Osbourne, esposa de Ozzy, respaldó sus dichos: “Hay días que desea estar muerto; tiene tanto dolor que no puede soportarlo. Solo desea poder irse”.
No obstante Osbourne, sobre el final, aseguró que había descartado esa idea por miedo: “Me lo planteo y pienso: ‘¿De qué cojones estás hablando?’. Porque conociéndome, lo haría a medias y estaría medio muerto. O sea, no me moriría, ¿sabes? Esa es mi suerte”.
Hay que señalar que el cantante dio su último concierto 5 de julio de 2025, semanas antes de su deceso en birmingham (Reino Unido), su ciudad natal.
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