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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Este lunes se informó la muerte de Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, a los 88 años. Fue el primer papa latinoamericano y se destacó por su labor modernizadora en la iglesia católica. Antes de llegar al papado, Bergoglio vivió una vida sencilla, trabajando en diversos oficios y mostrando cercanía con la vida cotidiana de la gente. Su formación fue como Químico Farmacéutico, tuvo novias en su juventud y finalmente siguió su vocación sacerdotal.

Durante este lunes por la madrugada se informó sobre la muerte de Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, a los 88 años.

Se trató del primer latinoamericano que dirigió la iglesia católica en su historia, considerado como un modernizador dentro de la institución.

La historia de Bergoglio antes de convertirse en Francisco

De acuerdo a lo que expone Clarín, Bergoglio fue un hombre bastante ‘de a pie’, tanto en su juventud como durante su labor como sacerdote. Vivió de cerca el fenómeno de la inmigración en Argentina, tuvo varios trabajos y novias.

Jorge Mario nació al interior de una familia de clase media en Buenos Aires. Sus abuelos eran italianos llegados a inicios del siglo XIX a Argentina, al igual que su padre.

Se crió en el barrio de Flores, siendo bastante cercano a su familia. Desde pequeño tuvo cercanía por la vida dedicada a Dios, de hecho, en su adolescencia fue consejero de dos amigos que estuvieron involucrados en asesinatos, a quienes visitó varias veces en la cárcel.

Él mismo confesó en sus memorias, libro llamado Esperanza, que de juventud fue un estudiante bastante disciplinado, además de tener varios oficios para ayudar a su familia.

De esta forma, develó que limpió pisos en una fábrica de zapatos, fue profesor de literatura y Filosofía en una escuela de Buenos Aires, trabajó en un laboratorio de Química e incluso fue portero de una discoteca capitalina, por algunas noches.

Su formación fue como Técnico Químico, donde conoció a una de sus mejores amigas, Esther Ballestrino, quien fuera asesinada en 1977.

En su libro también reconoció que tuvo novias en su juventud, aunque dos la marcaron en particular. La primera de ellas fue una actriz argentina, a quien conoció tiempo antes de ingresar al Seminario, en 1965.

La segunda fue Amalia Damonte, a quien conoció mientras estaba cursando su instrucción sacerdotal. Él mismo aseguró que dudó de su vocación luego de haberse declarado a ella, pero finalmente siguió el camino del sacerdocio.

“Durante el seminario tuve un pequeño flechazo: es normal, de lo contrario no seríamos seres humanos”, expuso.

“Ya había tenido novia en el pasado, una chica muy dulce que trabajaba en el mundo del cine y que luego se casó y tuvo hijos. Esta vez, sin embargo, estaba en la boda de uno de mis tíos y quedé deslumbrado por una chica”, añadió.

“Durante una semana tuve su imagen siempre en mi mente y me costaba orar. Luego por suerte pasó y me dediqué en cuerpo y alma a mi vocación”, comentó.

Fue ordenado sacerdote en 1969, cuatro años más tarde se le designó como Líder de los Jesuitas en Argentina, en 1997 fue nombrado arzobispo coadjuto de Buenos Aires.

Hacia 2001 se le eligió como cardenal argentino. Cuatro años más tarde es escogido como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, cargo que llevó hasta 2011.

Lo demás, es historia…