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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Una moneda de 10 centavos norteamericana de 130 años se ha convertido en una pieza codiciada por los numismáticos, siendo la 1894-S Barber una de las rarezas más buscadas en la historia de EE.UU. Solo se emitieron 24 en San Francisco ese año, de las cuales se conocen 9 en circulación. La historia detrás de esta moneda se remonta a una niña llamada Hallie Daggett, hija de un supervisor de la Casa de Moneda de San Francisco, quien recibió tres dimes como regalo y gastó uno en un helado. Charles E. Barber, grabador jefe de la Casa de Moneda, diseñó esta pieza de plata y cobre. Aunque existen falsificaciones, es esencial verificar la fecha y la marca de ceca para autenticarla. El misterio de las otras monedas, sumado a su rareza, ha llevado a que se vendan por cifras significativas, llegando a alcanzar los 2.200.000 dólares en subastas pasadas.

Entre los fanáticos de las monedas, siempre existe el que podría ser el “Santo Grial” de la colección. Tal es el caso de una moneda de 10 centavos norteamericana de 130 años, de la cual 9 estarían en circulación.

Se trata de la moneda 1894-S Barber, codiciada por los numismáticos (coleccionistas de monedas).

Según Fox News, estas monedas se acuñaron entre 1892 y 1916 en cuatro casas de monedas diferentes, sin embargo, en 1894 sólo se emitieron 24 en San Francisco, de las cuales se sabe que nueve estarían dando vueltas.

Los dimes, que en el fondo son monedas de 10 centavos, son “una de las rarezas más buscadas, misteriosas y preciadas de la historia de EE.UU”, dijo al medio Blanchard & Company, una empresa de monedas raras y metales preciosos.

De hecho, David Zanca, gerente senior de cartera de la empresa, añadió que la moneda es tan valiosa porque es extremadamente rara.

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El mismo Zanca dijo que esta rareza tiene una historia que le da el valor actualmente.

Esta historia está relacionada con una niña llamada Hallie Daggett y los helados que compró. La pequeña era hija de John Daggett, un supervisor de la Casa de Moneda de San Francisco.

“Como dice la historia más popular, el superintendente de la Casa de Moneda de San Francisco, John Daggett, decidió acuñar algunos dimes de la fecha actual para amigos banqueros que escucharon que no se acuñarían dimes ese año (1894)”, consigna la página web de Blanchard & Company.

La historia sigue con que Dagget acuñó los dimes y le dio 3 a su hija Hallie, pidiéndole que los guardara hasta que tuviera su edad, ya que algún día “se volverían bastante valiosos”.

Lamentablemente, y como es común en los niños, no siguió el consejo y compró un helado con una de las tres monedas Barber, nombradas así por Charles E. Barber, el grabador jefe, conocido como el “Rey de la casa de Moneda”.

Blanchard & Company ha manejado en tres ocasiones la venta de esta moneda, donde se fijaron los precios en 1.550.000, 1.900.000 y 2.200.000 dólares.

Más sobre la moneda

Charles E. Barber, fue el sexto grabador jefe de la Casa de Moneda, cargo que ocupó hasta su muerte en 1917.

Además, diseñó cerca de 30 medallas, entre ellas algunas medallas inaugurales presidenciales y de paz indígenas americanas, según el Museo de Arte Americano Smithsonian, consiga Fox.

Inspirado en “Miss Liberty” mirando hacia la derecha, con una corona con la palabra libertad en inglés escrita sobre su frente, la moneda está hecha de un 90% plata y 10% cobre.

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Dominio Público

No se sabe por qué solo se produjeron 24 monedas, pero cada vez que aparece una, los coleccionistas con más dinero aprovechan la oportunidad.

Según Zanca, es un misterio donde podrían estar el resto de las monedas. “Si el director de la casa de moneda tenía las 24 y le dio 3 a su hija, podría no haber pensado en simplemente poner las demás en circulación. Podrían estar guardadas en privado. Podrían estar en el cambio suelto de alguien”, enfatizó al medio.

Lo principal, es ver bien la fecha y que efectivamente sea de 1894.

Actualmente, hay más falsificaciones de dimes que originales, por lo que Zanca dijo que hay que fijarse en que la fecha de la moneda esté en la parte inferior del frente y que “busca la marca de ceca en la moneda específica donde fue acuñada”.

“En un dime Barber, la marca de ceca se encuentra en el reverso de la moneda, justo debajo de la corona. Sin marca de ceca es una moneda acuñada en Filadelfia. Una marca de ceca O es una moneda aculada en Nueva Orleans. Una S significa que han encontrado el premio mayor, tal vez”, recalcó.