Alfredo Aliaga Burdio es un fan de la caminata, lo que dejó más que claro tras batir el récord mundial de la persona más longeva en cruzar a pie el Gran Cañón.

Alfredo Aliaga Burdio, de 92 años, es el ejemplo vivo de la frase “la edad es sólo un número“. El adulto mayor se convirtió en la persona más longeva en cruzar a pie el Gran Cañón de Arizona, batiendo de tal forma el Record Guiness Mundial.

El hombre, en conversación con Guinness World Records, relató parte de su historia: cómo decidió emprender esta travesía, qué lo motivó y cuál es su estilo de vida, el que claramente influyó en su capacidad para lograr este reconocimiento.

“Comencé a llevar un estilo de vida saludable realmente a los 76 años“, reveló Alfredo a la organización. “Mi secreto para una vida saludable se basa en tres cosas: comer sano y beber agua, caminar durante 30 minutos al día y dormir en la oscuridad de la noche durante ocho horas“, expresó el anciano.

Lee también...

Hombre de 92 años es la persona más longeva en cruzar a pie el Gran Cañón

Si bien esta fue la travesía más memorable de Burdio, no fue la primera vez que el adulto mayor recorrió a pie el Gran Cañón. “He caminado en el Gran Cañón muchas veces en mi vida”, señaló. “Vine aquí con mi esposa, Ingrid, varias veces y cruzamos de lado a lado en varias ocasiones”, agregó Alfredo.

Ingrid, su mujer, falleció en 2006 a causa debido a una esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Luego de su muerte, el hombre se propuso visitar nuevamente los lugares a los que habían viajado juntos.

Cabe señalar que el trayecto de Alfredo por el Gran Cañón no fue continuo. El adulto mayor fue realizando pausas para poder reponerse y ganar fuerzas para seguir caminando. En tal sentido, Burdio señaló que caminar lentamente, de manera constante y con mucha fuerza mental fueron los tips que le ayudaron a lograr su cometido.

El viaje completo del hombre duró 34 horas y 2 minutos, de las cuales 21 horas con 15 minutos fueron sólo de caminata. Así, el anciano busca dar el ejemplo de que nunca es demasiado tarde para intentar lo que uno se propone.