El náufrago permaneció cerca de 23 horas en medio del mar, donde incluso casi fue atacado por un tiburón que merodeó cerca de él. Unos pescadores divisaron en el agua un inusual reflejo que los ayudó a identificar al sujeto.

Quedar flotando en medio del mar podría ser considerado una sentencia de muerte dado las inhóspitas condiciones. Sin embargo, pueden haber chances de sobrevivir y ser rescatado, tal como le sucedió a un hombre en Nueva Zelanda, todo gracias a su reloj de pulsera.

La policía del país oceánico informó que el sujeto, cuyo nombre no ha sido revelado, permaneció más de 23 horas en el mar. El náufrago acabó en aquel lugar producto de un accidente que tuvo en medio de un viaje.

El hombre se embarcó el pasado martes en una excursión en solitario cuando se cayó del barco en el que navegaba cerca de las islas Alderman, a unos 55 kilómetros al norte de la Isla Norte, explicó en un comunicado la policía neozelandesa.

A pesar de que intentó nadar hasta tierra firme, las corrientes marinas arrastraron al sujeto a altamar, donde pasó la noche flotando en medio del océano.

Durante las alrededor de 23 horas y media que estuvo en el agua, un tiburón se acercó a merodear al náufrago, aunque finalmente decidió irse, indicó en su escrito la policía.

Hombre es rescatado del mar gracias a un reloj

Al rededor de las dos de la tarde del miércoles, un trío de pescadores que se encontraba cerca de la isla Mayor, al sur de las Alderman, detectó un “inusual” reflejo en el agua, lo que los motivó a investigar su origen y posteriormente rescatar a la víctima.

Según la policía local, el náufrago había tratado de captar “desesperadamente” la atención de los pescadores mediante el reflejo del sol en su reloj pulsera.

“Sin duda salvaron la vida de este hombre”, remarcaron las autoridades en referencia al trío de pescadores y este rescate calificado como “un milagro”. Ya de regreso a tierra, la víctima fue llevada a un hospital para ser tratada de hipotermia y agotamiento.

Si bien, el barco de 12 metros aún sigue “extraviado”, el hombre “todavía conserva su reloj”, subrayó con humor la policía al celebrar el final feliz del incidente.