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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Vaticano publicó el documento "Mater Populi Fidelis", firmado por el papa León XIV, aclarando el papel de la Virgen María en la doctrina católica. Se busca equilibrar la devoción popular con la enseñanza oficial, afirmando que solo Cristo es redentor y mediador. Se rechazan títulos como "corredentora" y se propone llamarla "Madre de los fieles". Expertos coinciden en que se busca devolver a María su lugar sin desplazar a Cristo, corrigiendo desviaciones doctrinales. Reacciones divididas, algunos ven madurez doctrinal, otros critican.

El Vaticano publicó esta semana el documento “Mater Populi Fidelis“, firmado por el papa León XIV, en el que se aclara el papel de María, madre de Jesús, dentro de la doctrina católica.

De acuerdo a un reporte de BBC Mundo, la medida, interpretada por algunos como una “corrección” a la llamada “mariolatría”, busca equilibrar la devoción popular con la enseñanza teológica oficial de la Iglesia, “reafirmando que solo Cristo es redentor y mediador entre Dios y los hombres”.

“Mater Populi Fidelis”busca “corregir” excesiva devoción por la Virgen María

Tal como dice el citado medio, el texto revisa la evolución histórica de la figura de María y rechaza el uso de los títulos de “corredentora” y “mediadora de todas las gracias”. Estos términos, señala el documento, pueden dar lugar a malentendidos que atribuyan a María un papel que solo corresponde a Cristo.

Para corregir esto último, el Papa propone definirla como “Madre de los fieles”, expresión que subraya su cercanía y su función intercesora sin desplazar el centro cristológico de la fe.

Al respecto, el teólogo Vinícius Paiva, miembro de la Academia Mariana de Aparecida afirma que “el documento no busca disminuir a María, sino devolverle su lugar dentro del misterio de la salvación”. El especialista agrega que, el objetivo papal es “ajustar la terminología” usada por sectores de la Iglesia que, en su fervor, la sitúan casi al nivel de la Santísima Trinidad.

El texto también advierte contra la “instrumentalización política” de la figura mariana y recuerda que María “no distribuye gracias” por cuenta propia, sino que intercede ante su hijo. “Ella, la primera redimida, no pudo haber sido mediadora de la misma gracia que recibió”, señala el documento.

“No degrada a María, sino que exalta a Cristo”

La aclaración generó reacciones encontradas. Mientras muchos teólogos la consideran un gesto de madurez y un paso hacia el diálogo con el mundo protestante, sectores conservadores la han criticado duramente en redes sociales, calificándola de “ataque” a la Virgen.

Para el historiador y teólogo Alberto Tasso, la iniciativa “no degrada a María, sino que exalta a Cristo”. Recuerda que la devoción mariana se remonta al Concilio de Éfeso (año 431), cuando se le otorgó el título de Theotokos (“Madre de Dios”). Sin embargo, el especialista advierte que, con el paso de los siglos, la piedad popular amplió su figura hasta casi divinizarla. “Este texto busca corregir ese desequilibrio y devolver el foco a Cristo”, afirma.

La antropóloga Lidice Meyer coincide en que el Papa no censura la devoción mariana, sino que la orienta. “María sigue siendo madre, intercesora y modelo de fe. Lo que el Papa pide es precisión teológica para no confundir su papel con el de Dios mismo”, explica.