La norma en Chile permite que las viviendas y edificios sean construidos bajo rigurosas medidas de seguridad que permite que las edificaciones sean resistentes a un movimiento telúrico fuerte.

Ante la seguidilla de sismos en el último tiempo, hay una duda que conviene preguntarse: ¿Qué ocurrirá con los edificios y casas en caso de un megaterremoto de magnitud mayor a 8.5?

Debido a esto,Paulina González, especializada en ingeniería estructural y académica Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), detalló que las edificaciones en Chile se rigen bajo normativas de diseño sísmico.

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Miércoles 31 Diciembre, 1969 | 21:00

“Los edificios, particularmente las viviendas, deben ser diseñadas por ley utilizando la norma NCH 433 que indica que deben resistir sin daño un sismo de baja intensidad. Así también que pueden sufrir daños en algunos elementos que no forman parte del sistema sismorresistente si es que el terremoto es de mediana intensidad. Y que pueden tener daño estructural, pero no colapso, en caso de que el terremoto o el movimiento sea de una intensidad extraordinariamente o excepcionalmente severa”, explicó la especialista.

La norma antisísmica para enfrentar un megaterremoto

Así, en el caso de las construcciones no habitacionales, estas igualmente “deben ser diseñadas con la norma NCH 2369 que también tiene altas restricciones para las deformaciones, para que las edificaciones puedan resistir y seguir funcionando después de un terremoto”.

Sin embargo, pese a que Chile se ubica en el “Cinturón de Fuego del Pacífico” siendo con Japón uno de los países más sísmicos del mundo, la docente comentó que “se puede decir que las edificaciones en Chile están preparadas para resistir terremotos de alta intensidad”.

González explicó que la norma de edificios NCH 433 se somete a observaciones cada vez que se produce un terremoto para actualizar sus condiciones, acorde a nuevos parámetros.

“La normativa se somete a revisión en Chile cada vez que hay un terremoto porque ahí es cuando se tiene información respecto al comportamiento de los edificios y las viviendas que han sido diseñadas con la normativa, así también se pueden incluir los avances tecnológicos que permiten un diseño más preciso para que las edificaciones resistan de acuerdo a la intensidad de los terremotos”, expresó la ingeniera.

Por último, la investigadora analizó lo ocurrido en el edificio Alto Río, en Concepción, que colapsó tras el terremoto de 2010.

Twitter @lufe_bs

“Aparentemente, hubo un cambio en el proceso de construcción sin que fuese indicado correctamente qué se debía hacer para que mantuviese su resistencia sísmica de acuerdo al diseño. El resto de los edificios que fueron demolidos sí cumplieron con la norma porque el terremoto fue de una intensidad excepcionalmente severa y en ese caso se aceptan daños en elementos estructurales. El tema es que deben ser demolidos porque la reparación significa un alto costo, incluso más alto que construir otro edificio”, indicó la experta.