Estos últimos días en Francia, tras la publicación del libro de Camille Kouchner donde acusa a su padrastro, el politólogo Olivier Duhamel, de haber agredido sexualmente a su hermano cuando tenía 14 años, se ha hablado mucho de un misterioso club: Le Siècle (El Siglo).

Duhamel fue su presidente durante un año antes de renunciar el pasado 4 de enero debido a estas revelaciones. Pero, ¿qué es Le Siècle, ese círculo cerrado del que forman parte varios miembros del Gobierno?

Le Siècle es una asociación muy elitista que nació en plena Segunda Guerra Mundial, fundada por el periodista y miembro de la resistencia Georges Bérard-Quelin durante la Liberación, el 2 de septiembre de 1944. Desde el 18 de agosto de 1944 ya se celebraban reuniones en la casa de Bérard-Quélin, que reunían entonces a seis hombres y una mujer, Yvonne Dornès, feminista y masona.

Cenas y secretos

En la actualidad, reúne a líderes políticos, económicos o culturales franceses, que financian el club pagando una cuota de 220 euros (casi $190 mil pesos chilenos) al mes. Diez veces al año, el último miércoles del mes, unos 200 miembros son invitados a cenar en el Cercle de l’Union Interalliée (Círculo de la Unión Interaliada), en París. En 2020, la cena costaba 82 euros ($70 mil en moneda chilena), que los miembros deben pagar.

Son repartidos en varias mesas, presididas por una eminencia que organiza el debate. Los encuentros de Le Siècle tienen como objetivo declarado debatir los grandes temas del momento, aunque voces afirman que se trata, entre otras cosas, de definir los temas a ser tratados por los medios de comunicación. Estos encuentros fueron objeto de contramanifestaciones entre septiembre de 2010 y enero de 2011, organizadas por los periodistas y cineastas Pierre Carles y Michel Fiszbin, para recordar a los periodistas presentes en las cenas las normas deontológicas de su profesión.

Las personas presentes tienen una consigna: no repetir nada de lo que se dice en la mesa.

La izquierda es poco representada, la izquierda radical y los verdes están ausentes, como la extrema derecha. Martine Aubry, alcaldesa socialista de la norteña Lille, explicaba en 2008 al periódico económico Les Échos que ir a las cenas de Le Siècle “fue muy interesante”. “La iniciativa puede ser percibida como totalmente elitista, pero sigue siendo un verdadero lugar de encuentro. Allí aprendí mucho. Porque, para mí, la verdadera inteligencia es tratar de entender a las personas que tienen una lógica diferente”, comentaba.

Una idea no compartida por la revista Marianne, donde se lee que “Le Siècle no es un laboratorio de ideas, sino un lugar de poder. Un punto de encuentro obligado para los que aspiran a liderar y los que quieren seguir haciéndolo“.

Miembros del Gobierno

La lista de sus más de 700 miembros es normalmente secreta, pero la revista L’Obs pudo acceder al misterioso libro de tapa roja marcado con la palabra “confidencial” en letras mayúsculas. Cuando se suponía que Le Siècle estaba un poco pasado de moda, hay en realidad no menos de 11 integrantes del Gobierno francés actual en la lista, ya sea como miembros de pleno derecho o invitados (un estatuto intermediario).

Entre ellos, Jean-Michel Blanquer (Educación), Gérald Darmanin (Interior), Florence Parly (Fuerzas Armadas), Elisabeth Borne (Trabajo), Sébastien Lecornu (Ultramar), Emmanuelle Wargon (Vivienda), Amélie de Montchalin (Función Pública), Agnès Pannier-Runacher (Industria), Jean-Baptiste Djebbari (Transportes), Franck Riester (Comercio Exterior), Clément Beaune (Secretario de Estado de Asuntos Europeos), Alexis Kohler, secretario general del Elíseo (sede de la Presidencia de la República francesa) desde el inicio del quinquenio de Emmanuel Macron. También se encuentran Édouard Philippe, ex primer ministro, y Muriel Pénicaud, ex ministra del Trabajo.

Para poder entrar en este círculo, uno debe ser apadrinado por dos personas y luego pasar por un proceso de votación con un sistema de bolas negras y blancas. Las mujeres tenían prohibida su entrada entre 1949 y 1983, y los comunistas hasta 1981.

A lo largo de este directorio confidencial, compuesto en un 80% por hombres, se suceden políticos (en su momento, Nicolas Sarkozy y François Fillon), directores de empresa, militares, banqueros, embajadores, abogados, magistrados, científicos y periodistas.

¿En crisis?

El caso Duhamel vino a perturbar la monotonía de un engranaje bien articulado. El politólogo, entonces presidente del club, dimitió tras ser acusado en un libro de incesto por su nuera Camille Kouchner, contra la persona de su hermano mellizo. Una acusación que generó una ola de revelaciones en toda Francia, por parte de particulares y personalidades.

Como consecuencia, dos allegados de Olivier Duhamel también tuvieron que abandonar Le Siècle. A mediados de enero, el ex secretario general del Gobierno, Marc Guillaume, y el abogado Jean Veil, amigos del constitucionalista, dimitieron del club. Ambos lo sabían, afirma el diario Le Monde. Marc Guillaume admitió finalmente haber sido informado en 2018. Sin embargo, un año después, apoyó la candidatura de Duhamel a la presidencia del prestigioso cenáculo.

La pregunta es, ¿quién más sabía? Y ¿puede el caso Duhamel tener consecuencias dramáticas para el club? Muchos se niegan a creerlo. “La Francia eterna no vacila, y Le Siècle es un poco como la Francia eterna”, enfatiza Le Monde.

Le Siècle condenó en un comunicado hechos “extremadamente graves”. Pierre Sellal, el nuevo presidente elegido el 13 de enero, espera pasar la página con suavidad.