Un insólito hecho quedó registrado en una iglesia católica de la ciudad de Detroit (EEUU) el pasado 4 de diciembre, donde una familia velaba a un joven que se había suicidado días antes. En ese entonces, el sacerdote que presidía la homilía pronunció un discurso que fue catalogado como ofensivo por los padres. La arquidiócesis de la ciudad suspendió al párroco.
Según detalla la cadena CNN Jeff y Linda Hullibarg acudieron al sacerdote Don LaCuesta para que realizara la misa de funeral de su hizo Maison (17), que se había suicidado días antes.
Según detalla Jeff, ambos le pidieron expresamente al párroco que hiciera una homilía (discurso), resaltando los valores de su hijo, pero el prelado optó por condenar el acto de suicidio.
En sus palabras, que fueron publicadas por la familia, LaCuesta aludió a que el joven tendría “bloqueado el acceso al cielo” por el acto de quitarse la vida.
“Dios puede perdonar incluso quitarse la vida. De hecho, Dios nos espera con misericordia, siempre con los brazos abiertos. Sí, porque de su misericordia, Dios puede perdonar el suicidio y sanar lo que se ha roto”, empezó el discurso del cura.
A eso agregó: “No debemos llamar bien a lo que está mal, correcto a lo incorrecto. Porque somos cristianos, debemos decir lo que sabemos que es verdad: que quitarse la vida va en contra de Dios, que nos hizo, y contra los que nos aman, nuestras vidas no son nuestras. No son nuestras para hacer con ellas lo que nos plazca. Dios nos dio la vida y debemos ser buenos administradores de ese don mientras Dios lo permita”.
Y para finalizar: “La finalidad del suicidio empeora las cosas. Ahora tendrán que superar este dolor por ustedes mismos o con los que tienen cerca y que necesitarán apoyarse en ustedes incluso cuando se apoyen en ellos”.
Fue tras eso que los padres decidieron intervenir en ante el sacerdote y le dijeron que, por favor, se detuviera. Tras enterrar los restos de su hijo, interpusieron un reclamo ante el ente superior católico de Detroit.
“Queríamos que hablara sobre la familia. Queríamos que hablara de amarnos unos a otros, levantarnos unos a otros y ser amables unos con otros. Para eso queríamos hacer la homilía”, indicó Linda Hullibarg en una entrevista.
Jeff Hullibarg añadió: “Después de las primeras veces que dijo esa palabra (suicidio), me acerqué al púlpito y le dije, le susurré al oído: ‘padre, por favor deténgase’. No funcionó. No perdió el ritmo. Siguió adelante. Dijo esa palabra una y otra vez. Empeoró el peor día de nuestras vidas”.
Por otra parte, la arquidiócesis indicó que Don LaCuesta quedó impedido de realizar futuras misas de funerales y sus demás ceremonias serán supervisadas por un superior.
“Entendemos que una situación insoportable se hizo aún más difícil, y lo sentimos”, concluyeron.
