La combinación del nombre le juega una pésima pasada cada vez que ingresa a un nuevo trabajo.

El nombre muchas veces puede jugar una mala pasada, sobre todo cuando se llega a un trabajo y hay que crear el correo institucional. Hay casos en el que incluso esta situación llega a ser un proceso incómodo.

Así le ocurre a Samantha Hart, una joven de Estados Unidos, cada vez que se cambia de trabajo.

Según relató en redes sociales, hace poco logró un nuevo trabajo, junto con la alegría que esto le produce, vuelve un tema que, para ella, es un problema en cada nueva fuente laboral.

Y es que generalmente en los trabajos se suele combinar la inicial del primer nombre con el primer apellido, pero para ella, es un inconveniente.

Esto quiere decir que el correo de Samantha, comienza con “shart@…”, lo que inglés significa, entre otras cosas, flatulencia “líquida”.

Incómoda conversación con Recursos Humanos

Según consigna El Clarín, “En mis antiguos empleos, me advertían que la combinación de la letra de mi nombre y mi apellido no resultaban apropiados para el e-mail laboral”.

Por este motivo, siempre tenía que recurrir al área de Recursos Humanos para tener una “incómoda” conversación sobre por qué es necesario buscar otra combinación para su correo institucional.

En este nuevo trabajo, dijo que también ocurre lo mismo, por lo que tendrá que acercarse a dicha área y poder buscar otra solución.

Como esta situación ya es recurrente para ella, se propuso hablar este tema de antemano con sus futuros jefes, para no tener que pasar nuevamente por esta situación.

“Les voy a decir ‘Hey, mi nombre probablemente no sea adecuado para el correo, así que sería ideal probar con otra combinación. Prometo no tirarme pedos en mi escritorio (NdR: un chiste de ella)"”, indicó a modo de broma.

En redes sociales, los comentarios en general ha sido de apoyo, e incluso, una mujer le compartió una anécdota similar. “Esto le sucedió a mi ex marido Paul Enis. Su correo electrónico laboral era “penis@” (pene en inglés)”, dijo la usuaria.