Este martes 8 de diciembre HBO y HBO GO estrenarán “Baby God”, un documental que cuenta la historia del ginecólogo Quincy Fortier, quien inseminó a sus pacientes con su propio esperma durante al menos 30 años en Las Vegas, Estados Unidos.

Por alguna retorcida razón que aún no se dilucida, el especialista -fallecido en 2006- decidió utilizar su semen en cientos -o incluso miles- de tratamientos de fertilidad, sin comunicárselo nunca a las afectadas que creían que estaban recibiendo el material genético de sus esposos.

El documental de la realizadora Hannah Olson muestra que la verdad se descubrió gracias a numerosas pruebas de ADN se determinaron que Fortier era el padre biológico de muchos de los bebés nacidos de estos procedimientos.

Una de las mujeres engañadas por el doctor contó que éste la dejó con las piernas abiertas mientras entraba y salía de la habitación en una extraña actitud que con el tiempo comenzó a levantar sospechas entre las pacientes.

Aunque fue denunciado y su caso fue conocido por los medios, nunca fue condenado ya que en Nevada no había ninguna ley que regulara una situación como ésta.

“Baby God” cuenta también con el relato de algunos hijos biológicos de este médico, quienes sufrieron bastante al enterarse de que quienes creían eran sus padres realmente no lo eran.

Pero no todos le guardan rencor, una de las afectadas -que es viuda hace décadas- dijo que quizás nunca se hubiese convertido en madre si no fuera por el médico.

Aunque se pudo dilucidar lo ocurrido, Fortier se llevó a la tumba el secreto de por qué jugó a “ser Dios”, esparciendo su ADN por Nevada. “Creo que actuó movido por una combinación de ego y de poder”, manifestó la directora del documental.

Por otro lado, las consecuencias de sus acciones son incalculables, pues perfectamente dos hermanastros podrían enamorarse y procrear sin saber su lazo sanguíneo y provocar una cadena de problemas genéticos que podrían extenderse incluso por décadas.