El viernes pasado, una mujer fue despedida de un supermercado de la cadena Giant Eagle por comer jamón a escondidas. La exempleada trabajó en la sección de abarrotes por ocho años y sus jefes estiman que comía entre cinco a ocho rebanadas al día.

Según confirmó el portal de noticias Fox News, la acusada trabajaba en un local ubicado en Ohio (Estados Unidos) y fue acusada por un compañero de trabajo al gerente de prevención de pérdidas.

Fue la persona anterior quien calculó las pérdidas, estableciendo una cifra que asciende hasta los 9 mil 200 dólares, o sea, 6 millones 341 mil pesos chilenos.

En una publicación en Facebook, que fue borrada pero registrada por el portal, la Oficina del Sheriff del Condado de Tuscarawas (Ohio) estimó que es poco probable que se presenten cargos por delitos graves y no detendrán a la acusada, hasta que la Fiscalía revise la denuncia y lo estime.

Al respecto, Brian Hale, alguacil del condado de Tuscarawas, destacó que de todas formas la extrabajadora fue acusada por robo y la cadena exige que devuelva el dinero de los productos que consumió.

Aún así, la mujer arriesgaría cargos por felonía (delito menor sancionado con más de un año de cárcel), además de que la cadena se encargará de masificar su nombre cuando requiera postular a otro trabajo.