El fotógrafo James Balog y su equipo estaban examinando un glaciar en Groenlandia cuando sus cámaras capturaron algo fuera de lo común.

El cambio climático ha traído diversas y negativas consecuencias para el planeta y quienes habitan en él. Desde sequías, extinciones hasta cambios en la temperatura, son algunos de los resultados de este fenómeno.

Balong aseguró que no creía en las consecuencias directas del cambio climático, motivo que lo llevó a investigar por su cuenta. “No pensé que los humanos eran capaces de cambiar la física básica y la química del planeta. No parecía probable”, expresó previo a las capturas, según confirma Newsner.

Enviado de expedición con el respaldo de National Geographic, James llegó al desértico y helado lugar para filmar y fotografías algunas imágenes con objeto de incluirlas a su documental; no obstante, nadie estaba preparado para lo que pronto empezaría a suceder delante de sus ojos.

En menos de una hora y 15 minutos, Balog y su equipo vieron un pedazo de glaciar del tamaño de la isla de Manhattan (EEUU), 59,1 km², desprendiéndose al océano.

El impresionante acontecimiento fue registrado en el Libro Récords Guinness, el cual evidencia la grave situación en la que se encuentra el planeta.