El fenómeno climático de La Niña, asociado normalmente a un enfriamiento de las temperaturas globales durante varios meses, podría regresar este mes de septiembre, anunció la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Según las previsiones de la agencia especializada de Naciones Unidas publicadas este martes, existe un 55 % de posibilidades de que se entre en un periodo dominado por La Niña entre este mes y el de noviembre, un porcentaje que subiría al 60 % en el periodo octubre-diciembre.
Además, la OMM señala que, entre septiembre y noviembre, se prevén temperaturas más altas de lo habitual en buena parte del hemisferio norte y en extensas áreas del hemisferio sur. Y esto es lo contrario a lo que suele suceder con La Niña, que tiende atemperar.
Aunque sus efectos varían según la intensidad del evento y la ubicación geográfica, se trata de un fenómeno clave para comprender la variabilidad climática a escala global.
¿Qué es este fenómeno?
La Niña es un fenómeno climático que ocurre cuando las aguas del océano Pacífico, cerca de la línea del Ecuador, se enfrían más de lo normal. Este cambio afecta los vientos, las lluvias y las temperaturas en diferentes partes del mundo.
El fenómeno opuesto de El Niño está ligado a una subida de temperaturas, aunque los expertos no han observado este desde 2024, mientras que al menos desde marzo de 2025 persisten unas condiciones neutras (sin episodios de El Niño o La Niña).
La OMM advierte que pese a las predicciones de enfriamiento de temperaturas, rige un contexto de cambio climático causado por el hombre, lo que provoca que esas temperaturas seguirán siendo superiores a la media en gran parte del mundo, exacerbando los eventos meteorológicos extremos.
¿Qué implicaría la llegada de La Niña a Chile?
En el caso de Chile, La Niña suele traer menos lluvias en la zona central y sur, mientras que el norte puede tener un pequeño aumento de precipitaciones. Sin embargo, sus efectos dependen de muchos otros factores, y no siempre son iguales cada vez que ocurre.
En ese sentido, las condiciones de La Niña suelen asociarse con sequías en las zonas centro y sur del país. Además, suele traer consigo temperaturas más frías de lo normal. Como recordatorio, las sequías más extremas del último siglo fueron en 1924, 1968, 1998 y 2019, las que coincidieron con eventos de La Niña.