Incluir alimentos procesados en la dieta no significa necesariamente comprometer la salud. Entender la diferencia entre procesado y ultraprocesado permite tomar decisiones informadas y encontrar un balance adecuado según las preferencias y necesidades individuales.
En el ámbito de la alimentación, suele haber confusión sobre los términos «procesado» y «ultraprocesado». Aunque a veces se utilizan indistintamente, en realidad, describen productos muy distintos en cuanto a su impacto en la salud.
La clasificación NOVA permite entender estas diferencias, dividiendo los alimentos en categorías según su nivel de procesamiento. Esta clasificación ayuda a aclarar que algunos alimentos procesados pueden ser opciones saludables y prácticas para incluir en una dieta equilibrada.
Procesados vs. Ultraprocesados según la clasificación NOVA
La clasificación NOVA identifica cuatro grupos de alimentos:
1. Alimentos sin procesar o mínimamente procesados: Son aquellos que prácticamente no han sido modificados desde su forma original, como frutas frescas, legumbres, huevos, verduras, leche, algunos tipos de yogurt natural y carnes frescas.
2. Ingredientes culinarios procesados: Incluyen productos como aceites, mantequillas y azúcar, que se obtienen a partir de alimentos sin procesar y se utilizan para cocinar.
3. Alimentos procesados: Son aquellos que han sido alterados para facilitar su conservación o mejorar su sabor, pero mantienen su identidad original sin aditivos artificiales en exceso.
4. Alimentos ultraprocesados: Estos productos son el resultado de una alta manipulación industrial, contienen ingredientes artificiales y aditivos que no se encuentran en una cocina doméstica, como colorantes, emulsionantes y saborizantes, y suelen tener altos niveles de azúcar, grasas y sal.
Sobre esta última categoría, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indica que estos “están diseñados para crear productos sumamente rentables, cómodos y muy apetitosos que pueden desplazar los platos y comidas recién preparados elaborados a partir de todos los demás grupos de alimentos NOVA”.
Ejemplos de alimentos procesados
A continuación puedes encontrar 7 tipos de alimentos que son considerados procesados, según la FAO, y que, con moderación, pueden formar parte de una alimentación saludable:
Hortalizas y legumbres en lata o botella conservadas en salmuera.
Frutas peladas o cortadas conservadas en jarabe.
Pescado entero o en trozos enlatado, conservado en aceite.
Frutos secos salados.
Carne y pescado procesado no reconstituido.
Queso.
Pan fresco sin envasar.
La diferencia clave: el nivel de manipulación
La distinción entre alimentos procesados y ultraprocesados radica principalmente en el nivel de manipulación y en la cantidad de ingredientes artificiales.
Los alimentos procesados tienden a ser aquellos que han sido preservados o mejorados sin perder su estructura o identidad nutricional básica. Por el contrario, los ultraprocesados contienen ingredientes industriales que rara vez se usarían en la cocina de un hogar y suelen estar formulados para estimular el apetito de manera artificial, promoviendo el consumo en exceso.
De todas formas, es importante recordar que cada persona tiene diferentes necesidades y preferencias alimentarias.
Mientras algunos pueden incluir ciertos tipos de alimentos procesados de forma regular sin comprometer su salud, otros pueden optar por alternativas frescas debido a condiciones específicas, como la hipertensión, que exige moderación en el consumo de sal.
Consultar con un profesional de la salud antes de hacer cambios significativos en la dieta siempre es una buena idea.