Debido a las malas experiencias del pasado, hay quienes no logran confiar en las personas. En muchos casos, alguna desilusión o que hayan revelado un secreto íntimo, puede provocarte un miedo exagerado a repetir ese amargo episodio.

Si bien todos hemos experimentado algún grado de desconfianza en nuestra vida, la psicóloga Ana de la Mata, detalló que en ocasiones puede ser útil sentirla. “Nos avisa de posibles peligros para nuestra integridad física y emocional y por lo tanto pone en marcha respuestas que nos permiten huir o luchar contra ellos“, precisa al diario electrónico ABC.

De ese modo, explica que ese miedo, “está relacionado con haber tenido experiencias en las que aprendimos de forma directa o indirecta que confiar ha sido peligroso“.

Sin embargo, la situación empeora cuando deriva en la pistantrofobia, un trastorno que nos impide recuperar la confianza en los demás. Se trata de un miedo irracional, desproporcionado y que no responde a una amenaza real.

“(Las personas que la sufren) esperan que los demás no sean receptivos ni sensibles a las propias necesidades o estados emocionales; que no les creerán, se reirán de ellos, no se pondrán de su parte, les harán preguntas deshonestas o sentirán pena por ellos“, describe la psicóloga.

“Ya que relacionarnos y establecer vínculos seguros con otras personas es una necesidad, para poder distanciarnos también es necesario que nos distanciemos de nuestras propias emociones o necesidades eludiéndolas o minimizándolas“, complementa.

Cabe señalar que la pistantrofobia ocurre en todos los ámbitos de la vida, ya sea con la familia, amigos, trabajo y sobre todo con la pareja. Según los especialistas, este miedo incrementa partir de los 35 años, debido a la acumulación de experiencias.

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¿Cómo identificarla?

“Cuando un individuo desarrolla esta fobia, comienza a sentir que todo el mundo le decepcionará o traicionará en algún momento, transformándose en un ser extremadamente desconfiado”, explica la coach de aprendizaje colectivo y desarrollo personal Verónica Rodríguez Orellana, al diario electrónico El Mundo.

Asimismo, advierte que la pistantrofobia puede “terminar encerrando a las personas en una jaula virtual desde la que verán pasar la vida como simples espectadores del mundo a través de los barrotes que ellas mismas se crean”.

En este contexto, la coach entregó algunas de las señales para identificar ese miedo irracional a confiar en los demás:

1. Te impide establecer una relación de confianza con los demás por temor a la deslealtad o a las maquinaciones ocultas.

2. La crítica y la simple posibilidad de rechazo te provocan pavor. Debido a eso, evitas participar de actividades o situaciones que exigen contacto con otras personas.

3. Eres extremadamente reacio a correr riesgos personales o que le comprometen emocionalmente.

4. Ese miedo a la decepción y a la traición le dificulta las relaciones íntimas. Mantiene una postura hermética que actúa de coraza frente a los demás.

Esto no significa que sean personas solitarias, todos tenemos un familiar simpático con el que coincidimos en las celebraciones, con el que nos reímos, que siempre nos dice que todo va bien, pero en realidad no sabemos mucho más sobre él”, aclara la psicóloga Ana de la Mata.

¿Hay cura para la pistantrofobia?

Existen distintas técnicas para sobrellevar este miedo o intentar “hacer borrón y cuenta nueva” de la situación que provocó la pistantrofobia. Para eso, la coach propone un ejercicio de tres pasos.

Primero, la experta recomienda tomarse un tiempo de desahogo para aceptar lo ocurrió con la persona que quebró nuestra confianza y hacer un duelo que permita procesar ese dolor.

El segundo paso es descansar para recomponerse del episodio y dejar que “cicatricen las heridas”. Se trata de una etapa valiosa para estabilizar las emociones antes de emprender una nueva relación.

Finalmente, utilizar la prudencia. “No saltes de una relación a otra de manera precipitada, ni pretendas solventar una crisis de confianza de la noche a la mañana”, advierte finalmente.