Cuando en noviembre de 2017 se entregó la sede de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2023 a Chile, la materialización de estos se veía tan irreal como lejana, dado que nuestro país nunca había organizado la mayor cita deportiva de este lado del mundo tras renunciar a recibirlos en 1975 y 1987. Pero el tiempo pasó y ya vivimos Santiago 2023 en Chile. Y aunque el Team Chile acumula varias medallas, hay otras que no están en el medallero oficial.

Quedó demostrado que el concepto de “políticas públicas” puede ser real y no solo un discurso altisonante. La sede se consiguió en el gobierno de Michelle Bachelet, la planificación e inicio de las obras sucedieron en el mandato de Sebastián Piñera y el Presidente Gabriel Boric tomó la posta para finalizar el proceso e inaugurar el evento. Con todas las dificultades que tiene una aventura de esta magnitud y las críticas que se hagan, se demostró que se puede. Medalla de bronce para Chile.

Otro punto evidente es la cantidad y calidad de la infraestructura construida. Por ejemplo, las nuevas y modernizadas instalaciones del Parque del Estadio Nacional lo dejaron como el centro deportivo de alto rendimiento más grande de América. Acá Chile se colgó una medalla de plata, porque además quedará para que todos lo podamos utilizar y disfrutar.
Pero como en toda competencia deportiva, lo más deseado es el oro, una medalla que para conseguirla hay que seguir trabajando: el legado que estos juegos dejarán, principalmente en niños y jóvenes, para lograr un cambio cultural que permita ver el deporte como parte fundamental del diario vivir y no como una actividad extraprogramática o una mera recreación del fin de semana.

Nuestro país registra preocupantes índices de sobrepeso y obesidad en toda la población, con las enfermedades asociadas respectivas que esto conlleva. Por eso que estos Juegos Panamericanos y Parapanamericanos deben ser el punto de partida para transformar los hábitos de la población.

Porque cuando los niños tienen la oportunidad de ver a deportistas de disciplinas que ya conocen, pero sobre todo de deportes que nunca han visto, es muy probable que se entusiasmen por comenzar a practicarlos. Entre ambos juegos, tendremos un mes y medio de 39 deportes que además de apreciarlos en vivo, la televisión jugará un rol muy importante en llevarlos a las casas durante todo el día.

Si más niños se entusiasman con el deporte tendremos en el futuro adultos que, lo más probable, lo sigan practicando, aunque sea a nivel recreativo. Y si el talento es mayor y están las condiciones de apoyo, la cantidad de deportistas de alto rendimiento aumentará y ahí comenzaremos un círculo virtuoso con una población más sana y, de paso, más logros deportivos.

Es una carrera muy larga, pero esta es la medalla que Chile se debe colgar en el largo plazo y ahí podremos decir con propiedad que esta cita deportiva fue oro para Chile.

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