Recientemente, la Superintendencia de Seguridad Social incorporó a la evaluación de riesgos psicosociales en el trabajo una escala de Salud Mental, y un conjunto de preguntas que permiten evaluar más globalmente los riesgos asociados a los ambientes laborales.

El Cuestionario de Evaluación de Ambientes Laborales y Salud Mental (CEAL-SM), que comenzó a aplicarse el 1 de enero de este año, ha vuelto a poner de relieve la corresponsabilidad de las organizaciones en mejorar las condiciones laborales que impactan a las personas.

Mucho antes de la pandemia se sabía que los problemas psicológicos y los trastornos mentales pueden ser una consecuencia del estrés asociado a condiciones de trabajo. Así, el monitoreo de sintomatología que indique algún riesgo de salud mental, así como el diseño de intervenciones que se ocupen de dicha situación, se consideran factores clave para el fomento del bienestar de las personas.

Un estudio conducido por el Dr. Damian Santomauro del Queensland Centre for Mental Health Research, que abarcó datos de más de 200 países, mostró que el aumento de sintomatología y cuadros ansioso-depresivos ha sido significativo. Estos han afectado principalmente a mujeres económicamente activas de todos los grupos etarios, y de manera más crítica al grupo de entre 25 y 45 años.

Justamente, debido a la magnitud y complejidad de estas manifestaciones, el programa H-work de la Unión Europea ha estado investigando estrategias que permitan el diseño, implementación y evaluación de intervenciones para abordar problemáticas de salud mental al interior de las organizaciones.

Hallazgos preliminares revelan la importancia de realizar acciones multinivel de manera simultánea en los ámbitos individual, grupal, de liderazgo y de la organización en su conjunto. Y, quizás el elemento clave, que se aborden desde lo que se ha denominado gestión basada en evidencia.

El involucramiento en intervenciones de largo aliento de todos los actores, incluidos quienes presentan los problemas de salud mental, es otro elemento relevado. Asimismo, se ha insistido en la necesidad de la participación de las jefaturas, liderazgos y equipos gerenciales, y de utilizar estrategias que incluyan herramientas tecnológicas y aplicaciones digitales, aunque se considera que estas no debieran sustituir la interacción cara a cara.

Desde hace por lo menos 20 años, diversos autores han insistido en que una organización saludable es aquella que está centrada tanto en el cuidado y desarrollo de los colaboradores, como en la salud de la organización en su conjunto. En esta concepción, por cierto, incluimos la salud mental como una dimensión central de lo saludable en una organización.

Autoridades de diversos países, por su parte, han sugerido que una organización saludable es aquella que ha dejado de considerar la salud de sus colaboradores como un medio para alcanzar sus fines y que, en cambio, asume las condiciones biopsicosociales de la salud de sus colaboradores como un valor estratégico clave para el logro de los objetivos empresariales o institucionales.

En este escenario es fundamental que, junto con avanzar en el desarrollo de políticas públicas, demos pasos efectivos para el desarrollo de habilidades directivas que permitan que los responsables de la gestión lideren nuevas estrategias para el abordaje de estas problemáticas. Esto no sólo por el alto costo asociado a su manejo, sino que por la necesidad de crear espacios laborales sanos que promuevan el bienestar y el máximo desarrollo de todas las personas.

En definitiva, una empresa saludable es la que no sólo ha definido la salud de las personas como uno de sus valores estratégicos, sino que -yendo aun más allá- la considera como su valor central, aquel que articula todas las conversaciones al interior de la organización, que en el caso de IST es el cuidado de la vida.

Tania Labbé
Gerenta de Cuidado y Desarrollo del Instituto de Seguridad del Trabajo (IST)
Psicóloga, Coach Senior, MBA, Magíster en Comunicaciones

Jorge Sanhueza
Gerente de Estrategia del Instituto de Seguridad del Trabajo (IST)
Psicólogo, Ph.D. Ciencias Sociales

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