Muchos fueron los temas que se abordaron en la última COP 27 bajo el denominador común de la crisis climática. Uno de ellos fue la necesidad de combatir el greenwashing, entendido como la práctica que emplean algunas empresas para mostrar a la comunidad que son respetuosas con (o beneficiosas para) el medio ambiente en los productos y servicios que ofrecen, pero lo cierto es que se trata más de palabras que de acciones y lo que terminan haciendo es vender una falsa idea de compromiso que no se ve reflejado en las políticas, en la cultura ni en los resultados de la compañía. Como dice el refrán, “mucho ruido y pocas nueces”, o a veces derechamente algo más parecido al coloquial “fake news”.

Pese a sus desventajas, rescato lo positivo de hablar de este tema, ya que es la única forma de que como sociedad podamos generar reales avances en la acción climática. Para que los cambios se concreten, lo ideal es que las iniciativas privadas se comprometan y cumplan con la mayor rigurosidad posible y sólo después sean comunicadas responsablemente.

También, es importante entender que no siempre el greenwashing es intencional. Muchas veces las organizaciones sufren de lo que conocemos como un exceso de expectativas y quedan entrampadas en lo que ‘podrían hacer’ en vez de apuntar a lo que pueden modificar en el corto y largo plazo.

Pensando en una guía que ayude a las empresas de cualquier tamaño o industria a avanzar en los desafíos de la acción climática, en Manuia creamos un marco secuencial de acción, denominado “Las 5 A”.

La primera, “Awareness” (Conciencia), nos invita a estar alertas, a saber identificar cuál es la problemática que está enfrentando cada empresa y cuál es su rol o impacto en la respectiva solución. Este es el primer paso para construir consistencia del dicho al hecho, y va en realidad antes del dicho y el hecho.

El siguiente es “Ambition” (Ambición), donde es necesario fijar metas ambiciosas, pero, al mismo tiempo, realistas y que estén alineadas con lo que la ciencia nos dice que debemos lograr en la lucha contra el cambio climático.

Luego viene la “Action” (Acción), tanto como plan y como implementaciones. Conocemos el problema, planificamos lo que haremos, ahora toca concretar y ejecutar aquello que nos llevará a lo que queremos obtener.

La siguiente A es la de “Accountability” (Responsabilidad). Si no ponemos rigurosidad en las métricas, si no hay transparencia en la información, si no existe un liderazgo al interior de las compañías que tenga claro lo necesario para avanzar y sea capaz de transmitirlo al resto del equipo, y si no hay responsabilidades individuales y colectivas claras en relación al desempeño en esas métricas, difícilmente haya avances concretos, sostenidos, consistentes. La compañía no avanza hacia su ambición y se queda más bien cerca de donde está.

Y por último, “Advocacy” (Abogar, promover o defender algún tema o acción). Una vez tomada la decisión de cambio y recorridas las otras “A” es fundamental el rol que tienen las empresas en inspirar a otras compañías a través de su relato, promover mejores prácticas en sus gremios, movilizar al resto de los actores presentes en su cadena de valor e incluso mantener conversaciones regulatorias en base a la experiencia adquirida. Adicionalmente, cuando una empresa que está haciendo las cosas de manera seria, sólida, demostrable y creíble, no solo toma una posición de liderazgo dentro de su sector por estar mejor preparado a cambios regulatorios, sino que también frente a la opinión pública.

Confiamos en que siguiendo estas cinco etapas las compañías pueden lograr una transformación real, sustentable, responsable con la comunidad y alejada del greenwashing. Este simple marco secuencial de conceptos es también aplicable a otros ámbitos de la sostenibilidad, más allá del caso puntual de la acción climática, y se podría ejemplificar con cualquier ámbito de acción pública de cualquier empresa. Al final del día, lo falso siempre sale a la luz y puede jugar en contra de la reputación de las compañías. Es mejor hacer las cosas bien desde un principio, asumir los compromisos correspondientes y actuar siempre con transparencia e integridad.

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