Abandono, eso es lo que sufre una gran cantidad de ciudades de nuestro país. Y no es por falta de recursos, o al menos los documentos no acreditan aquello.

En Concepción existe esa percepción de que hay una mala gestión en muchas áreas que son responsabilidad del municipio y de otras instituciones públicas, y que en muchos casos esto no es más que desidia de las autoridades de turno, ya que dinero tienen. Algunos ejemplos podrían confirmar esta hipótesis.

Por ejemplo, el puente nuevo- Patricio Aylwin para algunos y Chacabuco para otros- es como la más emblemática. Mas de una década desde que la obra se inició y que posiblemente y con un poco de suerte se termine en 2 o 3 años. O el exmercado municipal, que completará posiblemente 10 o 15 años para ver algún cambio y lo mismo con el de Talcahuano y otros de nuestra región.

Pero si vamos a asuntos más simples, la reparación de las aceras de Avenida Chacabuco, cuyos recursos fueron aprobados por el GORE en diciembre del año 2016 y cuyas obras, por casi 1000 millones, se licitaron y adjudicaron a fines del 2017. La obra, denominada Reposición de aceras e iluminación de calle Chacabuco, fue abandonada por la empresa constructora por ahí por septiembre del 2018 y han transcurrido más de 5 años de haber conseguido los recursos, pero nadie ha retomado su reparación, dejando intransitable buena parte de esa calle.

Otro ejemplo, que posiblemente nadie recuerda, es el parque que se instaló el 2012 en el encuentro de Temistocles Rojas y Avenida Costanera. Ahí se erradicó un campamento, se recuperó la cancha de fútbol y se plantaron árboles y césped además de instalar un moderno sistema de riego. Hoy solo queda la cancha. El campamento se está volviendo a instalar y de la inversión de más de 100 millones poco y nada. O la remodelación del Parque Laguna Redonda, que por más de 2400 millones de pesos recuperó ese hermoso sector, hoy mal mantenido y con un riego deficiente que tiene secos árboles y césped, y de no mediar una acción concreta va directo a perder su brillo.

Tanta molestia causa ver el parque de las esculturas en el sector costanera, el que después de tan poco tiempo quedó abandonado a su suerte. Un sector que debería ser unos de los principales hitos turísticos de la ciudad tiene microbasurales en su extensión y nadie tiene interés en que algún visitante pueda, al menos, ver el río.

Hoyos en las veredas, calles sin aceras, vehículos estacionados en cualquier parte; suciedad en gran parte de la ciudad, con pocos basureros peatonales y los existentes mal diseñados permitiendo que los líquidos de esa basura terminen en las veredas con los serios problemas que ello genera. No vale la pena mencionar lo ocurrido con las últimas lluvias y esas famosas esquinas que por décadas siguen anegadas y que por lo visto seguirán así.

No necesitamos más banderas, ni fuegos artificiales al final de año. Solo más preocupación de las autoridades por lo realmente importante, y de frentón, una ciudadanía menos pasiva ya que las cosas no tienen por qué funcionar así y a las autoridades hay que exigirles día a día y no solo esperar 4 años para calificar su gestión.

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