Las actividades que tienen su origen en la creatividad y el talento conforman un sector económico que genera empleo, desarrollo humano, inclusión social y que cuenta con un alto componente de emprendimiento, innovación y creación de valor.

Hoy las industrias creativas (IC) generan ingresos por $2.250 billones de dólares, exportaciones globales que superan los $250.000 millones de dólares, y en los próximos años representará el 10% del PIB mundial. Además, las IC generan empleos especializados para más de 30 millones de jóvenes entre 15 y 29 años.

Una dimensión menos conocida en Chile es que el mundo de la economía creativa (EC) está revitalizando prácticamente todas las industrias, desde la manufactura, pasando por los servicios y el retail, y hasta el entretenimiento.

La agricultura continuará, las manufacturas también lo harán; están aumentando su especialización y usando máquinas especializadas, materiales complejos y robótica, diseño, y es más eficiente en cuanto tiene una mayor influencia creativa. La EC también está impactando la vida de las personas y sus decisiones acerca de dónde quieren vivir, trabajar y aprender, o cómo piensan, inventan y producen.

Si Chile quiere competir en las grandes ligas, es crucial fomentar una industria que se base en el talento humano. La creatividad es un recurso que solo aumenta mientras más lo utilizamos y que no solo está asociado a las industrias creativas, sino que es un aporte también para otras industrias más tradicionales.

En ese sentido, la Universidad de La Frontera es parte del directorio del Centro para la Revolución Tecnológica en Industrias Creativas (CRT+IC), que es resultado de una alianza estratégica entre Corfo, la empresa Bizarro, el Centro Tecnológico francés INRIA, la Corporación para el Desarrollo de Santiago, el estudio Santacruz IP, el fondo de inversión de la industria audiovisual y del entretenimiento Screen Capital.

El propósito del Centro es acercar el desarrollo tecnológico a proyectos y emprendedores creativos, apoyándolos en diferentes etapas de su integración con nuevas tecnologías y validación en el mercado, acercando la Investigación, Desarrollo e Innovación Tecnológica para impactar de manera potente, diversificando y fomentando la matriz productiva nacional.

El Centro en La Araucanía ya funciona en Temuco y próximamente se instalará en Pucón, sin duda será una oportunidad única, tanto para poner en valor nuestras riquezas culturales y naturales, como para atraer y retener talento global a nuestros prístinos paisajes, y por qué no, también posicionar a nuestra región como un Hub de Industrias Creativas en América Latina.

Franklin Valdebenito Godoy, director de Innovación y Transferencia Tecnológica, Universidad de La Frontera.

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