Sería interesante para el país que las autoridades se abrieran a un debate tributario amplio que considere propuestas como esta, que como lo demuestran los hechos, serían más equilibradas y eficientes al momento de recaudar impuestos y mantener condiciones atractivas para que las empresas inviertan en el país.

Como cuestión previa al análisis de fondo, considero necesario referirse a tres aspectos fundamentales: Lo primero, se hace muy necesario levantar las actuales restricciones del secreto bancario.

Si bien no es lo principal para aquellos contribuyentes que poseen una alta responsabilidad y ética fiscal, resulta fundamental para los que si son evasores, quienes representan aproximadamente el 30% de la recaudación de impuesto a la renta.

El segundo punto a tener en cuenta es que Chile es uno de los países más atrasados en la apertura del secreto bancario, en comparación al resto de las naciones integrantes de la OCDE.

Y por último, siempre es más fácil “ajustar cosméticamente” el modelo existente y más difícil “correr el modelo”. Pero el verdadero avance de los países se logra cuando los cambios son disruptivos.

Por eso, mi propuesta para lograr una mayor recaudación, es que para todas las empresas que venden más de 75.000 UF anuales, pasen a tributar en base a renta percibida en vez de renta devengada, que es su tributación actual. Aquí entrego los argumentos de mi planteamiento:

1.- La Renta “percibida” es de mejor control en comparación a la renta “devengada”. Esto debido a que la autoridad tributaria solo apuntará al control del flujo de los dineros.

2.- Instituciones bancarias y la SBIF, al aportar información al Servicio de Impuestos Internos de movimientos bancarios, inversiones y deudas, podrá controlar la base tributable de manera efectiva y en tiempo real.

3.- Las empresas que tengan inconvenientes de generación de flujos operacionales se verán favorecidas al reducir su base imponible.

4.- Las empresas que tengan periodos de bonanza operacional, verán aumentados sus resultados operacionales, y por lo tanto, su base imponible será alta. Con ello, podrá realizar un mayor aporte tributario en esos períodos.

5.- Al realizar un análisis de las 33 empresas que se encuentran clasificadas en el IPSA para el 2022, se puede desprender que el nivel de generación de liquidez ha sido muy relevante, y por lo tanto, el solo hecho de considerar a este grupo de empresas como muestra, entrega evidencia de lo beneficiosa de esta propuesta que planteo.

6.- Y finalmente, al considerar la renta percibida, indudablemente se generará una mayor recaudación y a su vez una menor tasa impositiva.

Sería interesante para el país que las autoridades se abrieran a un debate tributario amplio que considere propuestas como esta, que como lo demuestran los hechos, serían más equilibradas y eficientes al momento de recaudar impuestos y mantener condiciones atractivas para que las empresas inviertan en el país.

Alejandro Vera Espinosa, socio de WTAX, Estudio Legal & Tributario y expresidente del Colegio de Contadores.

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