Ocho comunas del país avanzaron este lunes de la cuarentena a la etapa de Transición del plan Paso a Paso del Ministerio de Salud.

Se trata de Tocopilla, Providencia, Melipilla, Curacaví, Lampa, Rancagua, Machalí y Graneros.

Si bien la noticia es bien recibida por los ciudadanos, expertos tienen sus reparos e insisten en que es una medida precipitada.

Así es el caso de Gonzalo Bacigalupe, profesor de la Universidad de Massachusetts, master en Salud Pública y doctor en consultoría psicológica.

“Llevamos 60 días con un promedio de 100 fallecidos diarios. Es un continuo desastre. Yo creo que hay mucho cansancio, mucho agobio, hay mucha gente angustiada, entonces cuando se comienza a hablar de desconfinamiento, obviamente se produce la necesidad de salir. Es imposible que sigamos encerrados por siempre”, afirmó en Expreso Bío Bío.

Precisó que la pandemia por el covid-19 acompañará a la población por todo este año y el próximo, por lo que vamos a tener que vivir con ella.

A su juicio, en la etapa de desconfinamiento se deben tener en claro los indicadores. “Por el momento esperamos que se tomen decisiones, pero esas decisiones no necesariamente tiene que ver con las cifras porque el desconfinamiento de Providencia parece, y no el de Santiago y Estación Central, tuvo que ver con los indicaciones que inicialmente determinó el Ministerio de Salud”.

“Este es un desconfinamiento dinámico y el gran problema es que las comunas no necesariamente son unidades contenidas, es decir, para pasar de una comuna a otra solamente cruzo la calle” (…) Las comunas como una manera de determinar dónde es más o menos seguro confinar o desconfinar es una cuestión que no tiene mucho que ver con la vida cotidiana de las personas”, explicó.

A modo de ejemplo, utilizó una metáfora: “Imaginense que en una piscina pública tuviéramos un sector donde usted puede orinar, es obvio que el problema se va a producir en toda la piscina y eso sucede mucho en ciudades urbanas como la nuestra, el área Metropolitana y Valparaíso”.

Uno de los principales problemas es no contar con datos precisos, no saber cómo se están produciendo los contagios por comuna, la positividad exacta por localidad y ciertos índices de la velocidad de contagios han ido avanzando en algunas ciudades.

También apuntó a la falta informar a la población, sobre todo respecto a los lugares cerrados. “Falta hablar de cómo el virus puede estar suspendido en el aire”.

“Una de las grandes frustraciones para los científicos y los investigadores es que las cifras parecieran estar siempre distorsionadas, pareciera que no nos están diciendo toda la verdad y eso es muy complicado. Eso merma la confianza y la capacidad de cada uno de tomar decisiones que impida contagiarse”, agregó.

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