El expresidente Ricardo Lagos, culpó al primer gobierno de Michelle Bachelet por el caótico inicio del Transantiago, en 2007, y los problemas causados por el Crédito con Aval del Estado.

Este fue uno de los puntos principales de análisis de la columna “Mejor no hablar de ciertas cosas” de Mirko Macari , en el Podría ser Peor.

“Lagos habló con su verdad. Si uno ve a Lagos, lo ve ostensiblemente molesto, quizás es el mismo Lagos de siempre. (…) Pasó lo que se le dijo que iba a pasar, iba a tener que hacer una campaña dando explicaciones. Él dice que quiere hablar del futuro. (…) Lo de Lagos y Bachelet es una responsabilidad compartida, es un proceso, debe haber una continuidad”, dijo.

En ese marco, comentó que esta situación “se ve fea, él es el candidato y él tiene que asumir culpa, no tiene que estar delegando culpas. Eso es lo que se espera, sobre todo porque Bachelet es una mujer querida en el mundo de la izquierda pero, sobre todo, en el Partido Socialista, y hoy día, Lagos está disputando la adhesión del partido. Le ha ido muy mal”.

En Lagos habita un ingeniero, hay una cosa faraónica en Lagos, no sé qué aspecto de la historia de Chile le impactó, pero el tema de la construcción, del monumento, de la materialidad de las cosas para algo relevante, por eso que él aceptó la cartera de Obras Públicas en el gobierno de Frei Ruiz-Tagle (…). Lagos siempre está pensando en los libros de historia”, enfatizó.

Respecto a la comparación entre las figuras de Ricardo Lagos y José Miguel Insulza, fue enfático en señalar que, si hay alguna opinión buena del exagente ante La Haya, es porque “él no fue presidente. Un expresidente carga sobre su espalda una simbología cualitativamente superior que alguno de sus exministros. En temas de relato político, no son nada distinto, pero sí tiene una ventaja, tiene mucho menos resistencia que Lagos, porque se habla mucho más de Lagos que de Insulza”.

“Cuál es la gracia de Insulza: es un jugador de área chica (…). Lagos es la estrategia, el futuro, la mirada larga. Insulza siempre está en la táctica chica. Muy probablemente, Insulza vio una oportunidad y la aprovechó, porque es un jugador de metro cuadrado”, aseveró.

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