El candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami cerró su campaña en la comuna de El Bosque con un llamado a creer en el poder del voto. Ante sus simpatizantes, aseguró que los comicios son “inciertos” y están lejos de estar definidos.
“La elección es una elección abierta como pocas veces en nuestra historia se decide”, declaró el aspirante a La Moneda. Del mismo modo, aseguró que el resultado final se define en estos últimos días y lo calificó de incierto, remarcando que “depende de ustedes”.
El candidato hizo un recorrido histórico por las conquistas sociales de Chile para enfatizar el valor de la organización ciudadana. “Ustedes que se organizaron en la historia de Chile para lograr todo lo que se ha logrado, todo lo que hemos logrado en Chile, producto de la organización de los chilenos y chilenas, no es un favor, es un derecho”, expresó. Puso como ejemplos el derecho a vivienda, el sufragio femenino y el pago de horas extras.
Asimismo, Enríquez-Ominami instó a la audiencia a tomar una decisión crucial en las urnas. “Y lo que digo es que a partir de ahora hay que decidir. El domingo hay que votar y votar no es obedecer, no es dejarse manipular lo que quieren hacer desde las encuestas truchas manipuladas“, sostuvo. Frente a esta percepción de manipulación, el candidato propuso una nueva forma de entender el sufragio: “Ya no es obedecer, votar es creer”.
Llamado a la justicia social
El postulante a La Moneda abordó el tema de la seguridad, pero la vinculó directamente con la justicia social. “Todo lo que estamos viviendo en Chile es cierto, hay miedo, pero también hay miedo porque hay justicia. No es correcto considerar que solamente la delincuencia se combate con cárceles”, sostuvo. En su visión, un país no puede ser seguro si es injusto.
“Por un lado, la derecha les dice que en el fondo lo que hay que hacer es hablar solo de seguridad. Claro que se requiere seguridad, claro que hay miedo. Claro que faltan todo tipo de herramientas técnicas para seguridad, pero también un país injusto no puede ser seguro“, argumentó. Añadió que también falta empleo juvenil y equidad educativa.
ME-O apuntó contra lo que describe como una campaña del miedo y una elección manipulada. “Tres meses diciéndonos que la elección está cerrada, que el voto de ustedes da lo mismo, que ya está todo jugado. ¡No es así! Depende que ustedes decidan el domingo”, arengó. A renglón seguido acusó a sus adversarios de evitar discutir temas como la pobreza y la desigualdad.
Pobreza como palabra ausente
El candidato señaló que la pobreza fue el gran tema omitido durante la campaña. “En toda la campaña la palabra más ausente fue la pobreza. Y aquí en El Bosque hay vulnerabilidad. ¿Y escucharon la palabra vulnerabilidad en los debates? Un 10% de los niños de esta comuna viven en la pobreza y no hablaron de ellos”, denunció con vehemencia.
Reiteró que la base para la paz social “se requiere seguridad y justicia. Y podemos hacerlo más justo”, afirmó. Acusó a una minoría de haber vivido mejor “de manera obscena” durante 35 años.
Enríquez-Ominami se presentó a sí mismo como la opción valiente y preparada. “Y tienen que elegir a un presidente valiente, preparado, que les proponga un camino. Me he preparado muchos años y he perseverado”, declaró. Hizo un llamado a la ciudadanía a “decir que no a una élite y una casta que los manipula”.
Cerró su discurso diciendo que “algunos dirán que soy un mono porfiado, no un valiente. Y voy a darlo todo desde La Moneda. El domingo pasaremos a segunda vuelta”, pronosticó.
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