"Ellos deberían estar detenidos. Ellos intentaron asesinar a mi papá y a mi hermano", dijo una familiar de las víctimas, que fueron baleadas erróneamente por la PDI. Ambos heridos quedarán con secuelas.

Con secuelas quedarán el padre y su hijo que la madrugada del domingo fueron baleados en Colina. Los autores de los disparos son funcionarios de la PDI que confundieron a los heridos con delincuentes.

Según se reportó el pasado fin de semana, fue en calle Los Criadores donde concurrió personal de la Brigada de Investigación Criminal. Esto por una denuncia de un automóvil cuyos ocupantes estaban realizando robos y encerronas.

En medio de su fiscalización, vieron a un auto de similares características al que estaba protagonizando los ilícitos, iniciando una persecución que terminó con los funcionarios PDI disparando alrededor de 20 veces contra los ocupantes del vehículo.

Sin embargo, no era el automóvil que buscaban. La Fiscalía Centro Norte confirmó que este no tenía encargo por robo, ni tampoco transportaba especies ilícitas.

La familia de las víctimas relató que ellos no se detuvieron ante el vehículo PDI porque pensaron que iban a ser víctimas de una encerrona.

De hecho, Mónica Palacios, hija y hermana de los afectados, respectivamente, comentó que incluso los policías les recriminaron no haberse detenido pese a tener una baliza.

“Él le respondió desde el suelo ‘cualquier hueón tiene una sirena’“, señaló a TVN.

Según relató la familia, el papá tiene un disparo en el abdomen y uno en el rostro. Por ello, posiblemente perderá un ojo y la audición del lado izquierdo.

En tanto, el hijo recibió dos disparos en el abdomen y hubo que retirarle un trozo del intestino grueso.

Mientras la PDI realiza un sumario interno, los funcionarios involucrados se encuentran en calidad de testigos a la espera de la investigación de Carabineros y la Fiscalía.

“Ellos deberían estar detenidos. Ellos intentaron asesinar a mi papá y a mi hermano”, agregó Palacios.