El coronel Patricio Roa Umaña, alcalde del Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina 2, afirmó que en el recinto no fue posible encontrar varios bienes muebles que están avaluados en más de $100 millones. Umaña consideró un hecho grave y “posiblemente constitutivo de delito”.

Quedaron plasmadas las graves irregularidades en el parte denuncia nº 829 que fue firmado hace algunas semanas por el coronel Patricio Roa Umaña, alcalde del Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina 2. Es que después de haber recibido una serie de antecedentes, el funcionario de Gendarmería de Chile advirtió que en el citado recinto no fue posible encontrar decenas de bienes muebles que están avaluados en más de $100 millones, lo que se consideró como “grave” y “posiblemente constitutivo de delito”.

Como se desprende de antecedentes a los que tuvo acceso el diario La Tercera, después de una revisión física y técnica liderada por los encargados de Inventario y el jefe administrativo y de Finanzas del recinto, José Arellano y Rodrigo Riquelme, respectivamente, “se pudo establecer la no existencia física de un total de 158 bienes muebles, valorizados en $106.399.796″.

Entre los elementos que los efectivos no pudieron hallar, aparecen cámaras GoPro, televisores, CPU, congeladores, herramientas de trabajo, calefón, videoproyectores y hasta una lavadora industrial.

Debido a la situación, de acuerdo con lo indicado en la misma denuncia por Roa, fue determinado que al menos tres funcionarios incumplieron gravemente sus labores: el suboficial Raúl Flores Seguel, que trabaja como encargado de Inventario; el sargento 2° Rodolfo Quilodrán Jara, que ejercía como suplente en ese mismo cargo, y el suboficial mayor Claudio Manríquez Manríquez, que oficiaba como jefe administrativo.

De acuerdo con lo advertido, en el caso de los dos primeros, se evidenció “total incumplimiento de sus funciones”, y en cuanto al tercero, se señaló que no realizó las revisiones de control que le correspondían, “desconociendo este último en muchos casos los procedimientos que involucran el control y registro del activo fijo”.

Dada la gravedad de los hechos, e incluso en una fecha previa a que fuera emitida el mencionado parte denuncia -el 7 de noviembre-, el coronel Hernán Villarroel, director regional metropolitano de Gendarmería, ordenó el cese de las labores de los efectivos y dispuso su reemplazo inmediato. Y a la fecha, como ha podido conocer este medio, siguen suspendidos de sys funciones.

De igual manera, como fue reportado por Roa, se elevaron los antecedentes hasta la Fiscalía Local de Chacabuco mediante la bitácora web del Ministerio Público.

Problemas con la comida

La “desaparición” de mobiliario no es el único problema que Colina 2 enfrenta. Recientemente, se allegó una nueva denuncia que dio cuenta de “irregularidades en las compras de verduras y carnes” para el mismo recinto penitenciario.

Según una reclamación ingresada por un proveedor, el pasado 12 de diciembre, cada vez que postula para calificar como vendedor es rechazado, pese a que insiste en que tiene precios “más bajos” que los que ofrecen a quienes sí aceptan.

“Al final siempre las licitaciones por convenio marco se las llevan los mismos proveedores y con precios que son más altos que los que yo tengo en oferta. Por ejemplo, hay un proveedor de carne que siempre ha tenido favoritismo por la gente que hace los contratos”, afirmó el denunciante en su reclamo.

En los mismos términos, fue solicitado a Gendarmería “que se investigue la situación ya que no puede ser que con mayores precios siempre elijan a ellos y no haya sana competencia”. Como deslizó por medio del mismo escrito, los “gendarmes que manejan las platas están coludidos porque se dividen las ganancias”.

Solicitó, junto con esto, que se pueda transparentar el listado de los proveedores que califican para las transacciones, al igual que los precios a los que Gendarmería termina adquiriendo los insumos.