El Banco de Alimentos de Lo Valledor gestiona las donaciones de productos hortofrutícolas de parte de locatarios, comida que ayuda a la alimentación de miles de personas en situación de vulnerabilidad.

Junto a autoridades y miembros de diversas fundaciones, fue inaugurado esta semana el nuevo edificio del Banco de Alimentos Lo Valledor, un moderno recinto con oficinas y cámaras de frío, para poder darle mejor preservación a los productos recibidos.

67 fundaciones son beneficiarias del banco, que entrega alimento para 21 mil personas, gracias a la recepción de 65 toneladas de productos hortofrutícolas por mes.

La ceremonia contó con la presencia del ministro (s) de Agricultura, José Guajardo; el presidente del Mercado Lo Valledor, Víctor Cornejo; el gerente general de Lo Valledor, Manuel Rojas; la representante de FAO, Macarena Jara; representantes de organizaciones beneficiarias y locatarios aportantes al Banco de Alimentos.

El ministro (s) de Agricultura, José Guajardo, comentó que “son muchas las toneladas de alimentos que se pierden en la cadena productiva porque no logran ser comercializadas por efectos de madurez, apariencia física, sobre stock, calibre pequeño o grande. Este Banco de Alimentos refleja el camino que debemos seguir para evitar estas pérdidas, hoy más que nunca”.

Por su parte, Víctor Cornejo, presidente del Mercado Lo Valledor, dijo que “este edificio viene a consolidar un proceso iniciado hace poco más de 10 años, cuando nos sumamos a las iniciativas relacionadas con la sustentabilidad del mercado. Muchas gracias por permitirnos ayudar, porque además de hacer posible que alrededor de 25 mil personas de 60 hogares de gente vulnerada pueda continuar con su misión, ayudar nos permite también fortalecer nuestro espíritu fraterno”.

Joaquín Hermosilla, de la empresa Hervas, habló en representación de los locatarios del mercado, y comentó la importancia de la Fundación Banco de Alimentos.

“Entiendo, como locatario, vendedor y comerciante, que no es fácil asumir ciertas pérdidas de productos por no estar aptas para la venta, pero al menos yo, cada vez que realizo una donación de dichos productos, no la veo como pérdida, sino más bien con un valor transformado. Para aquellas personas que reciben estas donaciones, no tiene precio, pero como diría mi padre, es para el alma”, expresó.

La ceremonia concluyó con una presentación de baile por parte de la agrupación Metacueca, para luego proceder al corte de cinta y bendición de las instalaciones por parte del padre Narciso Vega, de la parroquia San Mateo.