Este 22 de agosto se cumplen tres años de la muerte de Macarena Valdés, ambientalista mapuche cuya muerte fue informada por la policía en un principio como un suicidio, cuestión que posteriormente fue descartado en un peritaje privado.
El cuerpo de la ambientalista fue encontrado colgando de un árbol en medio de un conflicto por la instalación de la Central Tranguil, de RP Global en la zona de Panguipulli, por lo que desde su familia y organizaciones sociales han acusado un “femicidio empresarial”.
Sin embargo, la Fiscalía de Panguipulli investigó el caso como suicidio y ahora evalúa si accede o no a la petición de la familia para una nueva autopsia.
Esta jornada, a tres años de su muerte, se registraron diferentes manifestaciones en la capital para exigir justicia en este caso. Temprano, cerca de las 7:00, la Brigada de Arte y Propaganda de la Coordinadora Feminista 8M desplegó un lienzo en el puente Pío Nono:
Más tarde, mujeres de la CF8M junto al colectivo de memorias y rebeldías feministas y estudiantes de la ACES, se tomaron los accesos de la Fiscalía Nacional en protesta por cómo se ha llevado la investigación de lo que acusan, fue el asesinato de la dirigenta socio ambiental.
Francisca Fernández, del comité socioambiental de la CF8M y Movimiento por el Agua y los Territorios, explicó que la protesta se realiza en Fiscalía ya que pese a los antecedentes ha intentado cerrar la causa en dos oportunidades.
Así, explicó que con el peritaje financiado por la familia de Macarena y organizaciones sociales, “se comprueba que ella fue colgada después de haber sido asesinada”, lo que se suma a que “el día anterior ya había recibido amenazas por rechazar la instalación de torres eléctricas en el territorio”.
“Para nosotras es claro que acá hay un feminicido empresarial”, advirtió.
Durante la mañana en el centro de Santiago también aparecieron distintos panfletos pegados cerca de La Moneda con el mensaje “Macarena no se suicidó, la asesinaron”.
El grupo finalmente dejó las dependencias de forma pacífica.
