El homicidio de Margarita Ancacoy sigue provocando reacciones, sobre todo después que dos de los cuatro imputados por el crimen fueran torturados en el penal de Santiago I.

La mujer fue asesinada a palos la semana pasada en el barrio República, cuando de madrugada se dirigía a su trabajo en el Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile. Según la investigación, cinco personas de nacionalidad ecuatoriana la golpearon para quitarle su cartera con $5 mil y su celular.

Jorge Obreque, hombre que hace 40 años labora en el Club Hípico, ubicado a metros de donde ocurrió el hecho, es el testigo clave de la indagación.

Obreque también se dirigía a su trabajo aquella madrugada y, según su testimonio entregado a Canal 13, fue a quien los ecuatorianos intentaron asaltar en primer término, antes que apareciera Margarita.

“Tenía la costumbre de venirme a las 5:20 de la mañana y a esa señora la veía todos los días llegar a esa hora también a media cuadra de lo que pasó. Yo la reconocí altiro”, relató.

Al ser interceptado por los individuos, que según él eran siete y no cinco, intentó evitar el asalto. “En mi reacción, y como los conocía yo, me saqué el cinturón y los enfrenté, como que ellos se detuvieron un poco. Ahí miro para atrás y venía el compadre del palo a pegarme. Yo me echo para atrás y ahí aparece el compadre que salió a atajar a la señora y ella arrancó para el medio”, declaró.

La huida de Ancacoy fue estéril, ya que fue directo contra los individuos. “No sé si me habrá escuchado la señora, pero ella arrancó para el lado mío”, aseveró Obreque.

De esa forma, se inició el apaleo que terminó con la vida de la trabajadora. “Eran unas hienas, eran unos salvajes como le pegaban. Yo les rogaba, les suplicaba que no le pegaran más. ‘¡Suéltenla, suéltenla!’ les gritaba. No escucharon”, relató.

Al ver la brutal escena, Obreque fue a la comisaría de Carabineros ubicada en las cercanías y solicitó ayuda, regresando con personal policial cuando la mujer aún estaba viva. Sin embargo, las graves heridas la hicieron perder la vida minutos más tarde.

Obreque pidió perdón a la familia de Ancacoy por no haber podido salvarla y declaró que colaborará con la justicia para que los imputados sean condenados por el hecho. Por lo mismo, este martes entregará su testimonio ante Fiscalía.

“Cuando esté el último preso, ahí voy a desahogarme. Por eso (mando) un abrazo de aquí a la familia y espero que sigamos juntos hasta el final y le pido perdón por no haberla podido salvar no más y gracias por haberme salvado a mí. Le quiero puro decir a la familia que voy a seguir hasta el final para que queden presos estos asesinos”, puntualizó.