El especialista en transporte y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Rodrigo Martin, criticó el plan antievasión del Gobierno al que suscribieron cinco de los siete operadores del transporte capitalino y propuso un nuevo sistema de pago.

Martín señala que el plan antievasión sigue centrado en la fiscalización, desatendiendo que el no pago también se relaciona con las dificultades socioeconómicas de la población.

Por eso, plantea que una tarjeta mensual de viajes ilimitados para los estratos más bajos, subsidiada por el Estado o empleadores, puede ser una mejor solución, ya que quita presión a su presupuesto y genera un mayor compromiso con el sistema.

Dos de los siete mayores operadores del Transantiago decidieron restarse del plan antievasión del Gobierno, que contempla la instalación de 1.239 torniquetes en buses y 155 fiscalizadores contratados por las empresas.

Lee también: Autoridades y servicios de transporte firman acuerdo para reducir evasión del Transantiago

Para el especialista, uno de los principales problemas del plan del Gobierno es que sigue centrado en la fiscalización, sin considerar que “los torniquetes y fiscalizadores sobre buses, que se han utilizado mucho hasta ahora, no provocaron más multas y, además, se aumentó la evasión”.

Además, señala que la iniciativa no contempla que “la otra cara de la evasión, que se relaciona con una dificultad socioeconómica que tiene la ciudad”.

Esto, considerando que “los habitantes del primer decil socioeconómico, el más bajo, paga cerca de un 24% a 25% del ingreso familiar en transporte”.

Según el académico, el tema de los viajes ilimitados es solo una apuesta, ya que, en la práctica, “el promedio de viajes en Santiago es de tres. Difícil que una persona genere más de esa cantidad de viajes”.