A pesar que de no dio resultado el recurso de protección que presentaron los vecinos de Til Til junto a su alcalde contra la instalación de una planta de residuos industriales en la comuna, los lugareños siguen en la lucha para evitarla y advierten que el próximo paso serán los tribunales internacionales y nuevas movilizaciones.

El proyecto que tiene en pie de guerra a los ciudadanos de la comuna ya fue aprobado por la Comisión ambiental de la Región Metropolitana.

Los habitantes decidieron no bajar los brazos y demostrar los problemas medioambientales de la comuna. Agricultores y productores están en pie de guerra, ya que temen por la contaminación del agua, lo que perjudicaría sus trabajos.

Muchos de ellos tienen familias de tradición agricultora y son productores desde años inmemoriales por lo que se niegan a dejar morir sus fuentes de alimento y trabajo.

Los vecinos aseguran que desde que conocieron la resolución, se sienten amenazados y temen que la contaminación dañe todo por lo que crearon generación tras generación.

Agricultores preocupados

Uno de ellos, Gonzalo Herrera, continuó junto a su hermano las labores que comenzaron sus tatarabuelos alrededor de 1850, por 5 generaciones: el cultivo de la tunas y aceitunas.

Llevan 10 años luchando por los cambios de agua, los problemas de sequía y ahora temen la contaminación, que además de afectar su actividad, manchará la imagen de los productores en Til Til.

Por su parte, Moisés Rojas -de 54 años- lleva toda su vida trabajando en la tierra y ha visto el impacto de las empresas a través de los años, sobre todo en los alimentos que produce.

A las tunas, aceitunas, hortalizas y olivos, se suma otro de los productos típicos de Til Til: los nogales.

Sergio Covarrubias, es otro agricultor de la zona da cuenta que la calidad de vida ha ido disminuyendo a través de los años y, cada vez, se hace más difícil.

“Una empresa más en la zona, sobretodo de basura, es volver a sacrificar la comuna”, aseguró.

Los habitantes de la zona aseguran que llegarán hasta las últimas consecuencias para proteger los ingresos, su fuente de trabajo y la vida de todos los vecinos de Til Til.