El fin de semana una médica de nacionalidad ecuatoriana y que se desempeña en el Servicio de Atención Primaria de Urgencias de Alta Resolutividad (SAR) de La Florida, en Talca, fue víctima de una agresión verbal con un fuerte matiz xenofóbico por parte de la madre de un paciente.

Según consta en la denuncia registrada por Carabineros, quienes tuvieron que hacerse presentes en el lugar, el ataque verbal se registró cuando a la madre de un menor de edad perdió la paciencia y arremetió contra la galena.

Exigió atención inmediata para su hijo tras haber esperado largo rato en el consultorio, según comentó Laura San Martín, presidenta de la Confederación Nacional de Salud Municipal (Confusam) de Talca.

La dirigente aseguró que, de no ser por la presencia de funcionarios de la entidad sanitaria, quienes intervinieron ante lo sucedido y controlaron a la mujer, la doctora hubiese sido victima de una agresión física. “Por eso ya nadie quiere trabajar en los SAR”, denunció.

De acuerdo a San Martín, en el momento que la profesional fue insultada, la afectada era la única profesional de su tipo que prestaba servicios en este SAR, cuya afluencia promedia unos 250 pacientes de forma diaria, lo cual –obviamente- retrasa las atenciones.

Ley pendiente

Debido a lo anterior es que, como gremio, han hecho saber su preocupación por la violencia de todo tipo que se ha desatado por parte de los usuarios para el personal de salud.

“Nosotros como Confusam pedimos la aprobación de una ley que está en el Senado y que aún no se lleva a cabo su discusión, para que se respalde el otorgamiento de penas mucho más drásticas para los usuarios que agreden a los funcionarios y médicos. No puede ser que la gente se desquite con quienes los están atendiendo”, dijo.

La dirigente manifestó preocupación por el aumento de estas agresiones verbales y físicas, las cuales ya tiene precedentes en este SAR, al señalar que hace un tiempo atrás, otro médico fue víctima de este tipo de ataques.

En cuanto al procedimiento policial, los carabineros recogieron la denuncia y tomaron el nombre de la persona responsable, dando paso a la entrega de los antecedentes a la Fiscalía para que se inicie una investigación.

“El turno le llegó a los médicos”

Al respecto, el presidente del Colegio Médico del Maule, Juan Enrique Leiva, manifestó que la seguridad en los servicios de urgencia, tanto de los hospitales como en la atención primaria, es vital y debe ser protegida. El directivo comentó que las insatisfacciones de la población son provocadas por las carencias del sector público, lo cual se transforma en un peligro inminente.

“Primero fueron los TENS y auxiliares de servicios que, al ser quienes entraban en mayor contacto con los pacientes y familiares, recibían toda su furia. Después, los profesionales no médicos empezaron a recibir las amenazas y violencia de los familiares y pacientes, frente a resultados inesperados o por atenciones que demoraban. Ahora, el turno les llegó a los médicos”, lamentó.

Leiva agregó que desde el Estado han hecho oídos sordos a esta problemática, conscientes que la respuesta de salud pública no está a la altura de las circunstancias. Leiva aseguró que los recintos de salud no son capaces de responder a las expectativas de la población. “Ahora se agrega la discriminación hacia los médicos extranjeros, eso no es más que otro signo de la disconformidad”, aseguró.

El presidente regional del gremio sostuvo que estas situaciones adversas no deben incidir en la calidad del servicio que prestan los profesionales médicos, el cual se debe desarrollar con amabilidad y prontitud, con la entrega de la información veraz y oportuna.