Una reconstitución de escena decretó la Fiscalía en el caso del hombre que tras un control de Carabineros por toque de queda en Yumbel terminó con dos disparos en su tórax.

Por el incidente hay dos investigaciones: una contra la persona que se habría resistido a la fiscalización y otra por el posible uso excesivo de la fuerza de parte de los uniformados.

Fue la madrugada del 7 de junio pasado en Yumbel cuando Moisés Belmar Sepúlveda fue fiscalizado durante el toque de queda.

De acuerdo al parte de Carabineros, el hombre, funcionario de Gendarmería, se habría resistido amenazando con un cuchillo a los uniformados, ataque que fue respondido con dos disparos que impactaron en el tórax que dejaron a Belmar en riesgo vital por varios meses.

A raíz del confuso incidente hay dos causas abiertas; una contra el imputado y otra contra los policías, conociéndose que el fiscal Jorge Sandoval decretó una reconstitución para establecer la dinámica precisa de los hechos.

La primera parte de la diligencia está programada para el viernes a partir de las diez de la mañana, esperando el abogado Oscar Ulloa, quien representa a Moisés Belmar, que a partir de la reconstitución se confirme la versión de su cliente en cuanto a la desproporción policial al momento del procedimiento de control.

Señalar que si bien Belmar Sepúlveda está formalizado por lesiones menos graves, la formulación de cargos del Ministerio Público era por el delito de homicidio frustrado, lo que fue desechado en su momento por el Juzgado de Garantía de Yumbel y por eso las cautelares menores de firma semanal y arraigo nacional.