A casi cinco años de presentada la querella y otros dos años exactamente desde la formalización de cuatro uniformados, esta semana el Juzgado de Garantía de Coronel dio por cerrada la investigación por la golpiza denunciada por el médico Enrique Beratto, quien apuntó a personal de Carabineros como responsables.

La decisión fue comunicada por el Ministerio Público, siendo sancionada por el tribunal, al acreditar vencido el plazo de 24 meses que tienen las causas desde la formulación de cargo, lo que en este caso ocurrió el 26 de diciembre de 2017, cuando el fiscal Nelson Vigueras imputó por apremios ilegítimos y lesiones graves a funcionarios de la Subcomisaría Villa Mora.

A partir de ahora la Fiscalía tiene diez días para decidir si lleva a juicio a los formalizados o bien reitera que no existen antecedentes para formular una acusación, como lo hizo hace un tiempo cuando el fiscal Vigueras indicó que peritajes habían determinado que las lesiones denunciadas por el facultativo eran anteriores a la supuesta golpiza en mayo de 2015.

El abogado defensor de los cuatro carabineros, Oscar Ulloa, confía en que la Fiscalía mantenga su decisión, asegurando que no existen pruebas para acusar a sus clientes.

Por el médico denunciando se refirió escuetamente su abogado Waldo Ortega, quien adelantó que en caso de desistirse el Ministerio Público de llevar a juicio a los policías imputados, él presentará una acusación particular.