Alrededor de cien personas con poleras blancas y banderas chilenas protagonizaron una breve manifestación en el centro de Concepción durante la mañana de ese sábado.

Luego de saludar a personal de Carabineros apostado en la Plaza Independencia, se desplazaron hasta las afueras de la Catedral, donde se interpretó el Himno Nacional.

En ese lugar, un empresario que se identificó como Rodrigo, señaló que no desconocían la denuncia de los abusos en Chile, pero que discrepaban en la violencia como herramienta para plantear las demandas.

“Basta ya, queremos cambios reales pero sin violencia porque nosotros necesitamos trabajar. Tenemos que pagar sueldos. El fin de octubre tuvimos que conseguirnos plata prestada (…) para pagar sueldos”, señaló.

Llamó la atención entre los ciudadanos que participaron en la actividad Verónica Otero, quien portaba una bandera mapuche, en solidaridad -dijo- con gente pacífica pero atacada a la vez en Chile.

Se sumó así al apoyo a las demandas planteadas desde el 18 de octubre en favor de los pueblos originarios, así como varias otras, con las que “se fabricó la bomba de tiempo que hoy explotó”, subrayó.

Los carteles que levantaban los manifestantes eran en apoyo principalmente de los comerciantes y empresarios que arriesgan la pérdida de su fuente laboral y por eso el llamado a terminar con la destrucción, responsabilidad del vandalismo anexo a las protestas que se han realizado en el centro de Concepción en las últimas semanas.